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jueves, 17 de julio de 2014





10 RAZONES PARA NO CREER EN EL MAL DEL OJO

En el anterior articulo se habla del mal de ojo, pero también es válido ampliar nuestro criterio y reflexionar si algo es mito o realidad...Checa el dato


1.- El ojo recibe, no emite. Nuestro ojo es un órgano evolucionado para la captación de radiaciones electromagnéticas del espectro visible. Salvo la radiación infrarroja (radiación que emite cualquier cuerpo que se halle caliente respecto al medio) no emite nada, ni que hablar de emitir un tipo de “energía” que pueda incidir sobre otro ser vivo. De hecho, todo órgano emisor que encontramos en los seres vivos posee una serie de características que lo delatan como tal. Emitir “energía por los ojos” solo pasa en los comics de Supermán, Cíclope y demás peña. 

2.- ¿Efectos a distancia? No gracias. No existe ningún indicio en ninguna de las ciencias conocidas que pueda ni siquiera hacer sospechar que “mirar mal” tenga efectos fisiológicos a distancia cuando tú eres inconsciente de que te están mirando mal. Por razones semejantes, si nuestra pareja ha quedado embarazada sin que nosotros hayamos intervenido en ello, somos bastante reticentes a creernos que el responsable haya sido el “Espíritu Santo”. 

3.- La evolución lo habría aprovechado. Basta que hubiera surgido una vez, quizás con el mismo origen del ojo de los vertebrados (nuestro ojo es idéntico, salvando en detalles sin importancia, a los de cualquier otro vertebrado) para que la evolución hubiera aprovechado su poder. Tendríamos «El Mal de Ojo» de los perros, de los gatos, de las serpientes, de los carpines de acuario… e incluso pudiera ser posible ver en los documentales a los leones, cazando, simplemente “mirando mal” a su incauta presa hasta que esta cae confusa y vomitando al suelo. Pero no pasa. 

4.- Energía Invisible. En el mundillo de lo “paranormal” la energía y la física cuántica valen para justificar cualquier cosa. Sin embargo, los científicos hablan de “energía” para hablar de cambios mensurables en un sistema. Si el ojo emitiera algo que interactuáse con nosotros, nosotros podríamos interceptar eso y medirlo fácilmente. De hecho contamos con aparatos mucho más sensibles que nosotros mismos para esos menesteres. Sin embargo, para colmo también se habla de «Energía del Alma humana». Quisiera saber qué es eso, ya que no podemos intentar apelar a “explicaciones científicas” cuando la misma “alma humana” sigue siendo un mito indemostrado en ciencia. 

5.- Todos los síntomas. No hay una secuencia lógica descrita de síntomas. Son muchos, muy variables y no siguen una pauta propia, como sucede en la mayoría de enfermedades y dolencias. Los síntomas varían tanto que incluso podríamos inculpar al «Mal de Ojo» de catarros, de meter la mano en la freidora o de suspender los exámenes cuando no hemos estudiado ni papa. Por eso cuando intentan explicar todo por medio de «El Mal de Ojo», lo que consiguen es que los síntomas de «El Mal de Ojo» puedan ser explicados por cualquier evento banal y habitual: desde cambios de la temperatura corporal hasta el estrés. 

6.- Me estás estresando. Relacionado con el punto anterior, vivimos en una sociedad muy estresada. Es habitual que la gente se sienta cansada, enfadada, frustrada y peleada con el vecino. Igualmente somos vulnerables a las habladurías, las críticas y al compañero trepa que me está jorobando. Este estrés social es una fuente mucho más poderosa de problemas que cualquier mágico y chipiriflautico «Mal de Ojo». E igualmente, estas situaciones son pan de cada día de nuestro mundo “civilizado”. 

7.- Sí o sí. Si seguimos tirando del hilo, podemos decir que es prácticamente imposible que una persona no haya despertado de forma consciente o inconsciente malos pensamientos como envidia, rencor, deseos indecorosos, etc. sobre otra persona. Por lo tanto, si nos basamos en las premisas de los vendedores de «El Mal de Ojo», no quedaría una persona sobre el planeta que no tuviera en algún momento los síntomas descritos. Podemos ir más lejos y afirmar que tales síntomas debieran ser mucho más agudos si estamos disfrutando de un rico mojito a la sombra de una palmera a orillas de una celestial playa caribeña tras el desayuno en nuestro hotel de lujo de 5 estrellas. 

8.- Seguimos vivos. Nuestros políticos sobre todo. Si hablamos de «energía» podríamos pensar que esta puede ser acumulativa. Y continuando con las derivaciones de los últimos puntos, podríamos decir que si los postulados de los engañabobos que promueven las curas a precio de voluntad de «El Mal de Ojo» fueran ciertos… muchas realmente malas personas, muchos políticos y Belén Esteban… habrían sido incapacitados hace mucho tiempo. O como diría cualquier persona hoy día: “mi jefe sigue viviendo mejor que yo por mucho que le miro sin cariño“. 

9.- Remedios incongruentes. ¿Alguien puede explicar (apelar al efecto placebo no vale) cómo “quemar sal gorda” puede eliminar esa “energía” que nos altera negativamente? ¿Cómo “echar un mechón de pelo en agua con aceite y rezar tres Padrenuestros” restaura nuestra “energía del alma” (sobre todo lo de meter el mechón de pelo en agua)? ¿O cómo es posible que “meter un dedo en aceite” pueda solucionar nuestros problemas de depresión, malestar corporal e incluso de inapetencia sexual…? (bueno, con un poco de ingenio y nuestra pareja al lado, el aceite sí que puede solucionar esto último). Todas estas recetas pertenecen a aquella época donde reinaba la oscuridad de la superstición del más alto calibre. 

10.- Levanta la economía… de los de siempre. Los charlatanes, magos, engañadores profesionales y demás ralea de vividores sinvergüenzas tienen un suculento mercado en las supersticiones, en las creencias populares y cuando prostituyen esa terminología científica que no entienden. Son expertos en dar soluciones a precio de oro a problemas que no existen. De ahí que la venta de talismanes, amuletos y cachivaches para la prevención, protección y cura de «El Mal de Ojo» es un negocio para quienes lo diagnostican y venden esos sofisticados remedios. Aunque la venta de un producto no es algo malo por sí mismo; sin embargo, la venta de productos carentes de evaluaciones de calidad y con críticas como las anteriores, es la gota que colma el vaso. 







MAL DE OJO


“Hay miradas que matan”, dice una expresión popular. Se trata, sin duda, de lenguaje figurado, de una manera de referirse metafóricamente a esas miradas que se lanzan cuando uno desea, por cualquier motivo, que su interlocutor desaparezca en un instante. “Le fulminó con la mirada”, se dice también para que no quepa duda sobre la intención, consciente o no, que alienta tras esa forma de mirar. Pero ¿se puede realmente matar con la mirada? 

Para el escritor del siglo XVIII Jacques- Albin-Simon Collin, más conocido como Collin de Plancy y autor del famoso Diccionario infernal, la respuesta es, categóricamente, sí: se puede matar con la mirada. En su citada obra, Plancy recoge tradiciones y creencias que así lo aseguran, afirmando, por ejemplo, que las brujas de Iliria, en la costa adriática, eran tan poderosas que “embrujaban terriblemente a los que miraban, llegando a matar si miraban muy fijo”. 

En general, se atribuye este poder a todas las brujas, y de las italianas en concreto Plancy afirma que les bastaba una sola mirada para “comerse el corazón de los hombres y el interior de los melones”, equivalencia realmente sorprendente pero que, en cualquier caso, no parece fomentar la buena salud de quien recibe esa intensa ojeada. La creencia en el poder de la mirada para provocar, entre otros males, la enfermedad y la muerte, viene de muy antiguo. Es el temible mal de ojo, del que ya se quejaba Virgilio, poeta latino del siglo I a.C., cuando exclamaba en unos versos de su obra Las bucólicas: “No sé qué ojo aoja a mis tiernos corderos”. 

Y es que ese maleficio instalado en la mirada puede causar mil desventuras allí donde se posa, agostando campos, enfermando al ganado y provocando muy diversos efectos sobre las personas. Entre otros, el de anular por completo su voluntad, dejándolas a merced de quien así las ha aojado. De esta materia sabían mucho los severos inquisidores que, a finales de la Edad Media, lidiaban con los diabólicos manejos de las brujas. En el siglo XV los monjes dominicos Jacobo Sprenger y Heinrico Institoris redactaron el Malleus maleficarum, conocido también como Martillo de las brujas, algo así como el manual del perfecto inquisidor. En sus páginas instruyen a los jueces del Santo Oficio para que no caigan en las muchas trampas que las hechiceras ponían en funcionamiento al objeto de librarse de cualquier condena. Una de las tretas utilizadas era la de pedir inocentemente a sus carceleros que les permitieran echar una ojeada a los miembros del tribunal antes de que se celebrara el juicio. Ese breve vistazo, echado desde un lugar discreto que las mantuviera ocultas, bastaba. “Si conseguían hacer tal cosa –explica el texto–, el juez y sus asesores se sentían enajenados en su corazón hasta tal punto que con ello perdían toda su indignación (...) y no se atrevían a hacerles ningún mal, dejándolas irse libres”. Habían sido aojados, hechizados por el mal de ojo de la astuta bruja que había anulado de ese modo su voluntad. 

Tan grande era el miedo que los jueces tenían al temible aojamiento que los autores del libro, además de exhortar a los guardianes para que nunca permitieran a las acusadas la previa contemplación del jurado, recomendaban que “la bruja fuera introducida en presencia del juez caminando de espaldas”, de manera que nunca tuviera a los miembros del tribunal bajo su peligrosa mirada. 


El veneno de la envidia 



En cualquier caso, de las brujas es lógico esperar lo peor, ya que son profesionales del hechizo y la maldad y, según la antigua tradición, cuentan con la ayuda experta del Diablo para realizar sus hazañas. Pero lo curioso del mal de ojo es que la mirada dañina puede proceder de cualquier persona, bruja o no, causando estragos incluso cuando el que mira no desea producir daño alguno. Toda mirada transporta, inevitablemente, las emociones de quien mira, sean estas de afecto o desafecto, de placer o disgusto. Ira, envidia, odio y todas las pasiones comunes a los humanos viajan empujadas por la vista rumbo a sus destinatarios, a los que infecta con su contenido. El mecanismo es automático, sin que medie necesariamente la voluntad de quien mira. El mundo se convierte así en un entrecruce infinito de miradas venenosas, del que uno puede ser víctima involuntaria como el que resulta atropellado por un coche al atravesar la calle. Y es que toda mirada, por inocente que sea, va cargada de alguna intención. Plutarco, en su obra Vidas paralelas, escrita alrededor del año 100, advertía ya de su peligro incluso para uno mismo. Cualquier persona, afirmaba, puede dañarse de forma puramente accidental por mirarse en el espejo en el momento inadecuado. Si se enfrenta al espejo cuando su ánimo está embargado por la ira o el odio, esa malquerencia que emerge de sus ojos rebota en la superficie reflectante volviéndose contra ella, que resulta así aojada por su propia mirada. Los autores antiguos parecen coincidir en que, de todas las malas intenciones que anidan en el corazón humano, la envidia es la más común. Sentir pesar por el bien ajeno parece sensibilidad generalizada, y mirar con envidia a quien posee aquello de lo que uno carece es un mecanismo tan natural como involuntario. La fea envidia a la guapa por su belleza, el pobre al rico, la soltera a la casada, la estéril a la madre prolífica, el fracasado al que triunfa, el de baja estatura a quien es alto, la morena a la rubia y viceversa... En fin, ya lo pregona el añejo refrán: “Si la envidia tiña fuera, ¡cuántos tiñosos hubiera!”. De ahí que el aojo abunde. 

Heliodoro, en el siglo IV, lo razonaba de la siguiente manera en su obra Las etiópicas: “No hay que sorprenderse, por lo tanto, de que algunos lleguen a aojar a quienes más quieren y a quienes mejor quieren, pues son envidiosos por naturaleza, y la causa de que obren así no es su voluntad sino su intrínseca manera de ser”. Así, el codicioso no puede evitar mirar al rico con envidia: forma parte de su intrínseca manera de ser. Los moralizantes comentarios de los bestiarios medievales terminaron de acuñar la relación indisoluble de la envidia con el mal de ojo. En el Bestiario de Cambridge, del siglo XII, se alude a la envidia como “mal de ojo que abrasa”. 


Talismanes contra el mal de ojo 





Dado el intenso tráfico de miradas malintencionadas que entrecruza el mundo, no es extraño que el ser humano haya buscado la forma de protegerse y evitar el daño que provoca el mal de ojo. Como ya hemos visto, el uso del espejo que devuelve la mirada a quien la envió es uno de los sistemas más prácticos. La femenina costumbre de adornarse con objetos de vidrio, espejitos y metales reflectantes procede de esta creencia. Algunos colgantes en concreto, como el creciente lunar de oro o plata conocido como lúnula, nacen con este exclusivo propósito. Etruscos y romanos lo colgaban como defensivo amuleto incluso en los arreos de los caballos. Una de las leyes principales de la magia operativa establece que lo semejante influye sobre lo semejante, de manera que contra el mal de ojo es bueno utilizar el mismo símbolo del ojo convertido en benéfico talismán. La leyenda cuenta que la propia cabeza de la Medusa, una vez arrancada del monstruoso cuerpo, terminó integrándose en el centro del escudo de la diosa Atenea, formando lo que se llamó el gorgonión y constituyendo un poderosísimo talismán contra el mal de ojo. El gorgonión se lleva hoy en llaveros, colgantes y todo tipo de adornos con este fin protector.

En la cultura del antiguo Egipto, el emblema del ojo divino también constituía un eficaz amuleto y, conocido como udja, se sigue utilizando con la misma finalidad. En Mesopotamia, cuando se sacrificaba un cordero, se extraía uno de sus ojos y se conservaba en un pequeño recipiente de vidrio que mujeres y niños se colgaban como adorno protector. Para preservar de embrujamientos la casa recién construida, en Asia Menor colgaban de su puerta el ojo de algún animal, y era costumbre engastar ojos de comadreja y de lobo en anillos que se llevaban como defensa. Todo objeto cuya forma recuerde el diseño de un ojo se convierte en un amuleto válido, formando una larga lista que incluye la concha del caurí y la piedra de malaquita que los italianos conocen como pietra di pavone. Otra forma contra la cual el mal de ojo se siente impotente es la de la mano. Todo lo erecto y puntiagudo, como los dedos, constituye una referencia fálica que remite al poder de la vida y de la fertilidad, y esa es una fuerza ante la cual el aojo nada puede. Todas las culturas, desde la más remota Antigüedad, han utilizado el símbolo de la mano como talismán protector. Es muy conocido el símbolo de la higa o figa, la mano cerrada en torno al dedo pulgar cuya punta emerge entre el índice y el medio. Convertido en colgante, se vende hoy como amuleto reconocido contra el mal de ojo. También está la mano cornuta, con los dedos meñique e índice de punta y los demás plegados para formar una cuerna. En Oriente Medio y algunas áreas de la cultura islámica se utiliza la llamada mano de Fátima, con todos los dedos juntos y estirados. Para mayor efectividad, lleva un ojo en la palma. Y, aunque parezca mentira, también es eficacísimo talismán contra el mal de ojo la mano pantea, la poderosa mano derecha alzada con los dedos índice y medio estirados, característica del Cristo Pantócrator del arte bizantino y las ermitas románicas. 



¿Brujería o enfermedad? 

Para los autores del Renacimiento, más racionales en su enfoque, el mal de ojo entendido como hechizo brujeril se consideró pura superstición medieval y, en todo caso, arte diabólica, de acuerdo a lo que había establecido la Iglesia. Sin embargo, era indudable que ese mal existía, ya que el propio san Pablo, en su Carta a los gálatas, exclama: “¿Quién os ha aojado para no obedecer a la verdad?”. Como no era cuestión de llevarle la contraria al apóstol, los tratadistas consideraron que el aojo existía, pero se trataba de una enfermedad y no de un diabólico hechizo. Procedía, en concreto, de la famosa fascinación, definida como la acción de “dañar mirando con vista muy intensa”. A lo largo del siglo XVI, de la fascinación y aojamiento se ocuparon no las brujas y los hechiceros de siempre, sino destacados médicos, teólogos, clérigos y hasta catedráticos, como Antonio de Cartagena, que ejercía la docencia en la Universidad de Alcalá de Henares. En general, los autores reconocen el mal como una enfermedad venenosa, transmitida a través de los ojos en el cruce de miradas entre el que infecta y el infectado. Aunque procuran defender el carácter neutral de la mirada, no pueden olvidar del todo la mala intención de quien mira como verdadero motivo del daño causado. Para Antonio de Cartagena, médico del emperador Carlos V, el aojamiento era “una operación ofensiva y perniciosa de un hombre contra otro, cumplida de la sola vista con los ojos airados”. 

Parece, pues, que hay intención “airada” en esos ojos que miran, pero el doctor lo suaviza de inmediato para afirmar que quien aoja no lo hace por mala voluntad sino por “cualidad celeste” y por su “constelación maligna”. El aojador, por tanto, causa el mal, pero no por ejercicio del libre deseo de hacerlo sino porque la influencia de los astros así se lo impone. Es su destino aojar, como le ocurre al basilisco, y nada puede hacer para evitarlo. La farmacopea que diseñan los galenos renacentistas para curar esta enfermedad no se basa ya en los espejitos y las manos de higa, aunque no le va a la zaga. Los conocimientos científicos de la época todavía se apoyan en la sabiduría de los autores antiguos, y defienden la eficacia profiláctica de distintas piedras, como el balagio, el granate, el rubí y el jacinto. Álvarez Chanca, médico de la corte de los Reyes Católicos, admite incluso que si se graba en alguna de estas piedras la imagen de una serpiente, su poder curativo aumenta, y “llevadas en el dedo o de cualquier otra manera, preservan al que las lleva del aojo”. 

También detalla preparados que incluyen en su composición polvo de rubí, hierbas, pétalos de flores, testículos de leopardo y sangre de comadreja, pócima que debía darse a beber a la persona aojada. A veces, parece peor el remedio que la enfermedad. 


Cómo diagnosticar el mal de ojo 

Saber cuándo el enfermo estaba aquejado de mal de ojo y no de otra dolencia cualquiera exigía una fina sensibilidad clínica, y la mentalidad científica renacentista desarrolló unos curiosos sistemas de diagnóstico. El citado Álvarez Chanca recomendaba, por ejemplo, colocar sobre la cabeza del paciente un paño mojado con su propia orina. Si en el tejido aparecían manchas infectas, era síntoma claro de que el sujeto estaba aojado. Puede que esta interesante técnica de diagnosis convierta al doctor Álvarez Chanca en el precursor de los modernos análisis de orina. Existían otros procedimientos, como el consistente en colocar un orinal con agua sobre la cabeza del enfermo. En el recipiente se vertía una clara de huevo y, analizando las figuras que ésta formaba en el agua, se determinaba si el sujeto estaba aojado o no. También había sistemas para saber si el enfermo aojado iba a sanar o moriría sin remedio. El más interesante en este sentido quizá sea el que utilizaba una gallina como test de predicción. El procedimiento a seguir era el siguiente. Al paciente se le lavaba el pie derecho con agua de lluvia, que era posteriormente recogida en una palangana. Este agua se le daba a beber a una gallina que no hubiera puesto. Si el animal bebía sin hacer ascos, quería decir que el enfermo sanaría. Si, por el contrario, se alejaba de la palangana negándose a beber, era señal inequívoca de que el sujeto estaba aojado sin remedio y le esperaba la muerte. 



La descuidada muerte de Perseo 



Cuando el heroico Perseo cortó la cabeza de la Medusa, descubrió con asombro que el poder mortal de sus ojos continuaba funcionando con la misma maligna eficacia que cuando el monstruo estaba vivo. 
Inmediatamente la guardó en el fondo de un zurrón, sabiendo que se había hecho dueño de un arma invencible. A partir de entonces, cada vez que era atacado sacaba de la bolsa la cabeza de la Medusa y “apuntaba” su rostro monstruoso hacia el enemigo. Enfrentados a la mirada petrificadora de la Gorgona, los atacantes se quedaban literalmente “de piedra”. De hecho, el héroe dejó su camino artísticamente decorado de pétreas estatuas. Sin embargo, fue su confianza en este arma invencible lo que le costó la vida. Al parecer, aunque estaba profundamente enamorado de su esposa Andrómeda, terminó enemistándose con su suegro, Cefeo. 

Un día, resuelto a terminar con ese enfrentamiento, metió la mano en el zurrón, sacó la fatal cabeza y la puso frente al rostro de su suegro. Por desgracia, la ira tenía al héroe tan ofuscado que le hizo olvidar que Cefeo era ciego y, por tanto, inmune a la mirada mortal y roqueña de la Gorgona. 
Sorprendido de que su arma infalible no surtiera efecto, Perseo miró el rostro de la Medusa para ver por qué no funcionaba. Fue un descuido letal: sus ojos se enfrentaron a los del monstruo, y murió de inmediato, convertido en piedra y haciendo bueno el dicho de que quien a hierro mata, a hierro muere. 




El poder preventivo de la saliva



Siempre se ha dicho que tener descendencia hace a los padres afortunados, y que los hijos son una bendición. Por ello, la maternidad ha sido objeto de envidia en todas las épocas, igual que la salud del retoño recién nacido. 

Ya se sabe que envidia y mal de ojo vienen a ser lo mismo, por lo que la sabiduría popular ha echado mano de numerosos recursos para proteger del maleficio a los 
indefensos infantes. Uno de los más originales se basa en el poder preventivo 
de la saliva, similar al del agua de las fuentes curativas. 

En algunas zonas de la Irlanda rural todavía es frecuente que la comadrona escupa sobre el recién nacido en el momento de su llegada al mundo, protegiéndolo así 
de todo mal. 

Lo mismo hacían las visitas que acudían a felicitar a los felices padres: escupían sobre el bebé como gesto de respeto y protección. En el área mediterránea se daba por sentado que todo elogio oculta un fondo de envidia, y en Córcega y Cerdeña no se podía ensalzar la belleza del recién nacido sin escupir acto seguido sobre él. De no hacerlo así, se creía que el niño quedaba inmediatamente aojado. En Nápoles, las nodrizas eran más previsoras y escupían sobre todas las personas que entraban de visita en la habitación donde estuviera el niño antes de que tuvieran tiempo de decir una palabra. 
Y en Sicilia, bastaba que una mujer de dudosa reputación tocara o abrazara a un chiquillo para que la madre escupiera inmediatamente sobre él, evitando de esta forma el daño del posible aojamiento. 

Coral rojo: el mejor amuleto 


El coral rojo es uno de los mejores amuletos contra el mal de ojo. El motivo 
de su poder radica en que, según la tradición, el coral es la sangre petrificada de la Medusa de mirada mortal. Todavía hoy es frecuente regalar a los recién nacidos algún adorno de coral para preservarlos del mal de ojo. 






¿Donde se encuentra el Arca de la alianza?






¿Qué fue de este sagrado cofre que encerraba las 10 tablas de la ley? Se dice que el Arca que detenía a ejércitos enteros, derribaba murallas y era capaz de abrir las aguas de los ríos, se encuentra oculta en Jerusalén o custodiada en secreto en una iglesia de Etiopía.


La búsqueda de la mítica Arca de la Alianza, uno de los tesoros más míticos del Antiguo Testamento y que fue construido siguiendo las precisas instrucciones de Dios a los pies del monte Sinaí, ha durado decenas de siglos y ha encendido la imaginación de teólogos, aventureros y arqueólogos.

La Biblia, en Éxodo 25, 10-22, la describe con mucho detalle: era una especie de cofre de madera de acacia, revestida por dentro y por fuera con oro puro, que medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto ( unos 1,25 mts de largo por 0,75 de ancho y 0,75 de alto). Una cornisa o guirnalda de oro rodeaba su parte superior y por fuera llevaba fijos cuatro anillos de oro a ambos lados, a través de los cuales se insertaban dos largas varas, también de madera de acacia revestidos de oro, para poder transportarla. Su tapa superior, llamada “propiciatorio”, era de oro macizo y llevaba encima la imagen de dos querubines de oro, uno de cara al otro y con las alas desplegadas, que miraban hacia el centro de la caja. Entre el espacio entre ambos querubines y el propiciatorio se formaba un espacio abierto –una especie de triángulo sagrado- que se llamaba oráculo, y era la parte más sagrada del Arca. Allí Yahveh hacía sus prescripciones a Israel. “Allí”, el Señor le había dicho a Moisés, “me encontraré contigo, desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas”. (Ex. 25,22).



Una vez que el Arca fue construida, la Biblia nos cuenta que “y dio Moisés en el Monte Sinaí dos tablas del testimonio, dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. Y Moisés tomó el testimonio y lo puso dentro del Arca.” (Libro del Éxodo).Una leyenda posterior, contada en carta a los Hebreos, relata que, aparte del “testimonio” o las tablas de la ley con los 10 mandamientos, allí también fueron guardados la vara de Aaron que reverdeció y una vasija con el Maná que cayó del cielo y alimentó al pueblo israelita en el desierto.

El Arca de la Alianza, que representaba la alianza (pacto o convenio) entre Dios y el pueblo judío, se transformó a partir de ese momento en el objeto más sagrado para Israel. Estaba situada en el sancta sanctorum o lugar más sagrado del tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues no sólo estaba destinada a contener los elementos sagrados antes descritos, sino que además tenía fama de ser un arma capaz de proteger al pueblo elegido, siendo brazo ejecutor de los castigos de Dios. Los significados del Arca, así, iban más allá de lo simbólico: tener el Arca era tener a Dios.

Su transporte y cuidado fue reservado sólo a la tribu de los levitas. Luego de dejar Egipto y durante la vida nómada y las expediciones en el desierto del pueblo judío, el Arca siempre iba antes que el pueblo porque ella mostraba qué camino seguir y dónde hacer alto cada noche. Y cuando era levantada, los sacerdotes decían: “Levántate, Yahveh, que tus enemigos se dispersen, huyan delante de ti los que te odian”. Si alguna tribu enemiga atacaba, los israelitas sacaban el Arca al frente de batalla y los enemigos huían despavoridos (Nm 10,34-35). El arca viajaba siempre cubierta por un velo de protección, más una capa de cuero fino, y un paño de color púrpura.

Poderes terribles

La Biblia nos relata que el Arca de la Alianza tenía poderes excepcionales e incomprensibles. Podía detener el curso de los ríos, aplastar montañas y destruir ejércitos enteros. Cuando el pueblo de Israel llegó a la Tierra Prometida y los judíos se encontraron con el río Jordán, el Arca de la Alianza detuvo las aguas del torrente para que los hebreos pudieran cruzarlo. (Jos 3,14-17: “…Y en cuanto los que llevaban el arca llegaron al Jordán, y los pies de los sacerdotes que llevaban el Arca tocaron la orilla de las aguas… las aguas que bajaban de arriba se detuvieron y formaron un solo bloque a gran distancia…).

Pero quizás su proeza más impresionante fue la destrucción de las murallas de Jericó. La Biblia relata que, para lograrlo, los israelitas estuvieron dando vueltas durante seis días alrededor de la ciudad con el Arca de la Alianza a cuestas. Al séptimo día dieron siete vueltas, lanzaron un grito de guerra, dejaron oír sus trompetas y las murallas cayeron como castillos de naipes.(Jos 6,1-20).

Cuando los israelitas llegaron a la Tierra Prometida, el Arca fue puesta en la ciudad de Guilgal, y se le construyó un pequeño santuario. Más tarde fue trasladada a Siquem, después a Betel y finalmente a Silo, su primera residencia de larga duración. Allí fue cuidada por la familia del sacerdote Elí. Muchos años más tarde, durante una cruenta guerra contra los filisteos, el Arca fue llevada al campamento israelita con el objeto de levantar la moral de los guerreros. Pero después de una trágica derrota de los hebreos, donde también murieron los dos hijos del juez y el sacerdote israelita Elí, los filisteos la tomaron como un valiosísimo trofeo, desatando un verdadero luto en todo el país de Israel. Los filisteos creían que la toma del Arca significaba una victoria de sus dioses sobre el Dios de Israel, así que la llevaron a la ciudad de Asdod y la colocaron como un trofeo de guerra en el templo de su dios Dagón. A la mañana siguiente, sin embargo, hallaron la estatua de Dagón caída de bruces en tierra delante del Arca, así que la levantaron y la colocaron de nuevo en su lugar. Pero, a la mañana siguiente, hallaron de nuevo a Dagón en el piso, sólo que esta vez estaba sin cabeza y sin manos.

Al mismo tiempo una cruel enfermedad (la plaga bubónica quizás) azotó a los asdodeos, mientras que una terrible invasión de ratas afligió a todo el territorio circundante. Estos castigos fueron de inmediato atribuidos a la presencia del Arca dentro de las paredes de la ciudad, así que los filisteos trasladaron el Arca a Gat y a Ecrón, lugares donde ocasionó los mismos azotes. Finalmente, luego de siete meses de espantosos sucesos, por sugerencia de sus sacerdotes y adivinadores, los filisteos decidieron renunciar a su pavoroso trofeo y la pusieron sobre un carro tirado por dos vacas, sin conductor, y la enviaron por los campos para que fuera donde quisiera.

La carreta, así, llegó sola a la ciudad judía de Bet Shemesh. Allí, los israelitas salieron a su encuentro, pero imprudentemente abrieron el Arca y miraron dentro. Todos cayeron fulminados. Espantados, los habitantes de Bet Shemesh decidieron deshacerse del Arca, y la mandaron a la vecina ciudad de Kiryat Yearim, donde permaneció 20 años olvidada. El rey David se acordó entonces de ella y decidió trasladarla a Sión. La puso en una carreta tirada por bueyes y organizó una procesión. Pero en cierto momento, por un brusco movimiento de los animales, la carreta se tambaleó, y un hombre llamado Uzzá, para evitar que el Arca cayera al suelo, intentó sujetarla. Y apenas la tocó cayó muerto.

Cuando por fin llegó el Arca a Jerusalén, fue depositada en una pequeña tienda, a modo de santuario, construida por David. Y cuando años más tarde su hijo Salomón construyó el Templo de Jerusalén, fue definitivamente colocada en la parte más sagrada del mismo. Y es curiosamente allí, en el lugar más protegido y seguro de todos los que estuvo, donde, alrededor del año 900 A.C., se perdió su pista para siempre. Esto dio origen a una búsqueda que ha inspirado a creyentes y cazadores de fortunas durante milenios.

¿Qué fuerzas ocultas escondía este cofre?

Un objeto que despedía rayos de luz divina, podía detener el curso de los ríos, aplastar murallas, destruir ejércitos, provocar enfermedades o matar por contacto tenía que encerrar poderes secretos. Muchos aventuraron que el Arca era un condensador, un arma nuclear o una caja fuerte electrificada. En 1948 el físico Maurice Denis-Papin afirmaba que el Arca era un condensador eléctrico “capaz de producir poderosas descargas de hasta 700 voltios”. Más tarde Erich von Däniken, en su libro “Recuerdos del futuro” (1968), decía que ésta “era una especie de transmisor de radio entre Yahvé y Moisés”. Y el famoso escritor español J.J. Benítez afirmaba que era “un arma mortífera” al servicio del pueblo de Dios. Los científicos actuales la definen como una suerte de objeto tecnológico, ya que combinaba un material conductor como es el oro con otro aislante como es la madera. Las placas de oro por dentro y fuera, separadas por madera de acacia, lo transformaban en algo muy parecido a un condensador eléctrico, formado por un par de superficies conductoras separadas por un material dieléctrico.

¿Dónde está el Arca?

La búsqueda del Arca, así como el Santo Grial, ha sido objeto de deseo de muchos durante siglos. El historiador alemán Otto Rahn, por ejemplo, sin ir más lejos, tal como se cuenta en las famosas películas de la saga de Indiana Jones, afirma que los nazis persiguieron con ahínco ambas reliquias.

Hay muchas teorías para explicar el actual paradero del Arca. Algunos sostienen que los babilonios, comandados por el rey Nabucodonosor II, tras conquistar Jerusalén el año 586 A.C., se apoderaron del Arca, la destruyeron y fundieron su oro. Otros sostienen que, durante esta invasión, fue oculta por sacerdotes del templo. Según el libro de los Macabeos, el profeta Jeremías tomó el Arca y la ocultó en el Monte Nebo (“”El profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la Tienda y el Arca; y salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el Arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo.

En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: “Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; y aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como se mostraba en tiempo de Moisés”).

El diario británico The Telegraph, en un reportaje sobre el Arca, respaldó esta teoría al entrevistar al Rabino Chaim Richman, quien afirmó que la santa reliquia estaba ubicada a un kilómetro del actual templo de Jerusalén, “oculta en cámaras subterráneas, cavadas en los días de Salomón”. Richman agregó que “los judíos tienen una cadena ininterrumpida de información grabada y transmitida de generación en generación, lo que indica su posición exacta. Sabemos dónde ha estado el Arca durante miles de años atrás. Podríamos cavar para sacarla, pero esta zona está controlada por los musulmanes”.

Sin embargo, otros historiadores y especialistas se inclinan a creer que el Arca se encontraría en Etiopía, celosamente custodiada en la catedral de Tsion Maryam, en Axum, donde habría sido custodiada por siglos por monjes ortodoxos de la ciudad. El Arca habría sido llevada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón-el vástago Emperador Menelik I-, quien la llevó primero a la isla de Elefantina, cerca del río Nilo. Después habría sido llevada a una especie de tabernáculo en la isla de Tana Cherkos (Tana Kirkos), ubicada en el lago Tana, donde permaneció durante 800 años. Posteriormente, el rey Ezana de Etiopía decidió trasladar el Arca de la Alianza a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía. Hay variadas pruebas arqueológicas que respaldan esta teoría, como la existencia allí de reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del Arca, y que pertenecerían al templo de Jerusalén. Además, extrañamente el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía: cada uno de los 20.000 templos de Etiopía contiene una réplica del Arca de la Alianza.

En 1989 el periodista británico Graham Hancock respaldó esta teoría al afirmar que la legendaria reliquia no se encontraba perdida, sino que a salvo en una iglesia de Etiopía, adonde había sido trasladada secretamente hace más de mil años (alrededor del 1.650 AC). El patriarca ortodoxo de Etiopía, Abuna Paulos, de hecho, confesó hace pocos años que había “visto” el Arca de la Alianza y que su estado de conservación era “bueno”.

Por lo pronto, los más ortodoxos afirman que el paradero de este mítico y fabuloso cofre sagrado, signo visible de la presencia y protección de Dios, tal como decía el profeta Jeremías, seguirá siendo “desconocido, hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio”.
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Experto católico asegura:

 “Los ángeles no se ven, no tienen alas y no se parecen a querubines”


“Más que verlos, uno siente su presencia”, aseguró el sacerdote católico Lavatori, quien se declara un “angelólogo”.


Convencido en que las religiones contemporáneas se apoyan en la figura de los ángeles, el sacerdote Renzo Lavatori decidió poner fin al mito de los ángeles señalando que éstos derechamente no se ven.


Esta sería una imágen errada de los ángeles.

Lavatori es un experto católico que se reconoce a sí mismo como un especialista en lo que respecta a temas de ángeles, por lo cual se define como un “angelólogo”.

En ese contexto es que el cura señaló lo siguiente: “Más que verlos, uno siente la presencia de los ángeles”, señaló el experto que participa de un congreso debate sobre el arte angelical.

Asimismo, y reconociendo la existencia de estos personajes celestiales, Lavatori explicó que “Los ángeles no tienen alas, ni se parecen a querubines”.

Finalmente, el sacerdote resaltó la figura de los ángeles en una época en la que él considera que son muy importantes para actuar como escudo ante el materialismo y el consumismo de la sociedad actual.

“El Papa Francisco habla más del demonio que de los ángeles, y creo que con razón. Pero es aún temprano; en algún momento hablará también de los ángeles”, finalizó el padre Lavatori.





Fotografían Fantasma en la cárcel de Alcatraz


La cárcel de Alcatraz, ubicada en la isla del mismo nombre y situada en el centro de la bahía de San Francisco, nació como una fortificación militar, para después convertirse en un centro de detención militar y, finalmente, en una prisión federal (desde 1943 a 1963). En el momento mismo de su inauguración como centro penitenciario y a medida que a sus celdas iban llegando confinados los delincuentes más buscados y célebres de Estados Unidos –como Robert Stroud, Al Capone, Bumpy Johnson, George “Machine gun” Kelly, Alvin Karpis y James “Whitey” Bulger- Alcatraz, también conocida como “La roca”, se transformaría en la cárcel más famosa del mundo.

En 1972, casi una década después de su clausura, Alcatraz se transformaría en un sitio histórico turístico, abierto para visitas. Hoy, los turistas llegan en masa a “La Roca” por ferry, desde el muelle 33, en San Francisco, pues la cárcel forma parte del Área Nacional de Recreación del Golden Gate y es manejada por el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos.




La isla de Alcatraz, además de su valor histórico, tiene la particularidad de ser uno de los sitios con mayor avistaje de fantasmas en el mundo, transformando un sitio turístico por excelencia de San Francisco en un lugar especialmente atractivo para los fans de lo paranormal (el parque está abierto para los tours nocturnos y, además, ha sido locación para series de televisión como “Ghost Hunters”).

Cientos de personas han denunciado la presencia de espíritus y fantasmas desde 1963, año en el que dejó de funcionar como prisión. Pero nunca se había registrado una prueba tan contundente como una fotografía que captó recientemente una pareja británica que visitaba en calidad de turistas la famosa isla.

Sheila Sillery-Walsh, profesora de 48 años, relató que ella y su pareja, Paul Rice, se encontraban visitando la zona donde los reclusos recibían a sus visitas (un lugar donde existen celdas a las que no puede acceder ningún visitante). Tras detenerse en una de las celdas, que se encontraba totalmente vacía, Sheila sacó una fotografía con su IPhone pero, al revisar la toma, quedó helada. A través de la pequeña ventana incrustada en una pared de hierro se veía claramente el rostro de una joven, con un peinado anticuado y vestida con ropas antiguas, y cuya mirada penetrante parecía mirar directo a la cámara. Y para generar aún más miedo y escozor, el contorno de su cuerpo aparecía borroso.

“Mientras hacía el tour me detuve a tomar una foto con mi iPhone de la ventana de un cuarto que estaba vacío. Cuando miré la foto en mi celular, vi la oscura figura de una mujer. Supe de inmediato que era un fantasma”, relató Sheilla Sillery-Walsh, quien agregó que “desde ese momento dejó de interesarme el tour por Alcatraz. No podía dejar de mirar una y otra vez la fotografía”.

Paul Rice, su acompañante, agregó que cuando vio la imagen varias veces se convenció que se trataba ciertamente de una presencia paranormal. “Cuando vi la foto por primera vez intenté racionalizarla, diciendo que era el reflejo de Sheila. Pero tras observar detenidamente la imagen era obvio que no era el caso. El pelo y la ropa de la mujer de la foto eran de una época diferente, como de los años ’30 o ’40″, Quedé bastante desconcertado, porque la mujer aparece mirando directamente a la cámara, como si supiera que le están sacando una foto. Siempre fui escéptico acerca de la existencia de espíritus y fantasmas, pero ahora estoy empezando a creer. De una cosa sí estoy seguro: la mujer en la foto es un verdadero fantasma”.
Noti insólitas


Fotografían a supuesto fantasma en el metro de Chile



La imagen del espíritu, que fue autentificada por expertos en fotografía, se captó en la estación Cementerios, ubicada a pasos del camposanto más grande de la capital.


El Cementerio General de Santiago, inaugurado por Bernardo O’Higgins para que fuera un espacio donde pudieran ser sepultados los cuerpos de los chilenos sin importar su condición social, es el campo santo más antiguo del país. Y ya con casi 200 años de existencia, sus añosos mausoleos, sepulcros y tumbas han sido fuente de supuestos avistamientos de fantasmas y presencias sobrenaturales.

fantasma-metro


Recientemente, un grupo de jóvenes que viajaba de regreso a sus casas en el Ferrocarril Metropolitano de la capital, conocido coloquialmente por los santiaguinos como Metro, aseguró haber fotografiado accidentalmente un fantasma en uno de los vagones. Casualmente, la supuesta aparición se produjo en la estación Cementerios, ubicada a un costado del Cementerio General.

Los jóvenes relataron que tomaron la foto, junto a una serie de otras fotografías, usando una vieja cámara fotográfica con rollos. Al revelar las imágenes, quedaron impactados cuando se percataron de la presencia de una persona de sexo masculino que aparecía en la ventana del vagón. Los muchachos descartaron de inmediato que se tratara de un reflejo de un pasajero, ya que cuando tomaron las fotos el carro iba casi vacío.

Fernando Navarro, integrante de “Miedomaestro”, un grupo de expertos chilenos que se dedica a desentrañar diversos sucesos paranormales, tras examinar detenidamente la foto, concluyó que se trataba de una imagen real. “La foto fue pasada por varios filtros de photoshop, análisis y pruebas hechas por fotógrafos profesionales, y se comprobó que no era trucada, por lo que podría tratarse de un fenómeno paranormal. Además, el sector donde se tomó (estación Cementerios) es un lugar con una alta carga de entidades sobrenaturales.

Esta foto fue tomada con una cámara de rollo, por lo que es muy difícil adulterarla. Quizás se trate de una persona fallecida que quiso comunicarse, o una entidad errante que deambula por los alrededores del cementerio”, aseguró.

Los reportes de presencias fantasmales en el Metro no son nuevos, por cuanto no son pocos los pasajeros y funcionarios del mismo Ferrocarril Metropolitano que atestiguan el avistamiento de espíritus y sucesos extraños, los que se relacionarían con los accidentes y suicidios que han ocurrido en algunas de sus estaciones.
Calendario chino vaticinó que Alemania sería finalista del Mundial








En el denominado año del caballo los germanos casi siempre han llegado a la final de los campeonatos mundiales. Ocurrió en 1954, 1966, 1990, 2002 y 2014.

La tradición cuenta que el calendario chino comenzó luego que Buda se retirara a meditar, en los últimos días de su vida, a una selva para estar en contacto con la naturaleza. Para despedirse llamó a 12 animales que fueron, según su orden de llegada, la rata, el buey o búfalo, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el perro, el gallo y el jabalí.

Aunque la procedencia exacta del calendario chino no está muy clara, la hipótesis más extendida es que alrededor del año 2637 A.C. los chinos establecieron un calendario con 12 meses lunares, que constan generalmente de 29 a 30 días (cada tres años, aproximadamente, se intercala un año que tendrá 13 meses lunares en vez de los 12 que corresponderían normalmente, para proceder al ajuste del ciclo lunar al solar).

La cuestión es que los chinos crearon un ciclo de 60 años que contiene doce animales, cada uno con cinco posibles elementos (metal, agua, madera, fuego y tierra), las cuales son modificadores de la personalidad animal con una posibilidad de hasta 60 combinaciones. Cada animal, se supone, influencia en forma diferente al mundo y a las personas que nacieron ese año.

Pero ¿Qué relación tiene este calendario oriental con la historia de los mundiales de fútbol? Pues que, a la luz de los resultados, ciertas selecciones tienen bastante más probabilidades de llegar a la final del campeonato si ciertos animales caen en el mismo año en que se disputa la copa del mundo.

El caso más increíble de esto es Alemania. Los teutones obtuvieron su primer título en Suiza tras ganarle a Hungría, en el mundial disputado el año 1954 (según los chinos, el año del caballo de madera). 12 años, después, en el Mundial de Inglaterra 1966 (el año del caballo de fuego), los alemanes llegaron de nuevo a la final, pero los británicoss les arrebataron el título con el famoso gol viciado del inglés Geoff Hurst, en el que la pelota no traspuso la línea.

Esta cadena sólo se cortó en el Mundial de Argentina de 1978, año del caballo de tierra, donde ganaron los dueños de casa y los alemanes sólo obtendrían el tercer puesto. Sin embargo, en 1990, año del caballo de metal, los alemanes tendrían su revancha: obtuvieron su tercer título del mundo tras ganarles ajustadamente a la selección argentina de Diego Maradona con un penal ejecutado por Andreas Brehme. En el siguiente año del caballo, en el 2002 (año del caballo de agua), los alemanes inscribieron de nuevo su nombre en la final del Mundial de Corea-Japón, final donde cayeron ante el Brasil de Ronaldo.

Este año 2014, año del caballo de madera, a 60 años (el mismo ciclo de los chinos) de su primer título mundial, increíblemente este animal pareció favorecer de nuevo a la “mannschfat” germana: los alemanes, gracias a un rendimiento superlativo (y tras humillar 7 a 1 a Brasil en la semifinal e instalar a su delantero Miroslav Klose como máximo anotador de la historia de los mundiales) llegaron de nuevo a la final del torneo, final que disputarán con la selección de Argentina, equipo que casualmente también se apronta a disputar su tercera definición mundial en un año del Caballo (antes lo hicieron en 1978 y 1990).

Esta afinidad de ciertos equipos con ciertos animales del calendario chino se aplica también a otras selecciones. Italia, por ejemplo, siempre se ve favorecida por la llegada del año del Perro, lo que le significó haber llegado a la final del Mundial casi siempre que el calendario chino era regido por este animal. Ocurrió en 1970 (en el Mundial de México, donde cayó ante Brasil en la final), en 1982 (en el Mundial de España, donde ganó el título), en 1994 (donde cayó en la ronda de penales ante Brasil) y en el año 2006 (donde se tituló de nuevo campeón, tras imponerse a Francia).

Por supuesto, muchos sostienen que estos datos esotéricos son sólo coincidencias o meras pamplinas y que los rendimientos de las selecciones dependen única y exclusivamente del momento y la calidad de los jugadores, además de la sapiencia y rigurosidad de sus entrenadores. Sin embargo, para rematar esta nota, bien vale entregar un último dato. Cada vez que un Mundial de fútbol se disputó en el año del Tigre, Chile casi siempre clasificó entre las selecciones participantes. Ocurrió así en Brasil 1950, Chile 1962, Alemania 1974, Francia 1998 y Sudáfrica 2010. Los más exagerados afirman que, entonces, de acuerdo a este dato, nuestro país debería clasificar sin problemas para el Mundial del año 2022, independiente del técnico.




Albahaca: Su desconocido poder sexual


Conocida desde siempre como un grato ingrediente de cocina, la albahaca tiene otras propiedades. Se le conoce también por sus propiedades medicinales y por cualidades “mágicas” para incrementar la potencia sexual, mejorar el matrimonio y hasta para mejorar los negocios.

Las bondades de la Albahaca

La naturaleza es sabia, nos ha dotado de muchas plantas que tienen grandes beneficios y que algunos desconocemos. Así como se conocen las propiedades de la manzanilla y otras hierbas, la albahaca ha estado presente desde siempre en usos medicinales y mágicos.

La albahaca tiene su origen en la India, su género es masculino y corresponde al planeta Marte y el elemento fuego.

Su uso se extendió a todo el mundo por sus características y usos culinarios. Pero sus propiedades son mucho mayores.

Rituales mágicos con Albahaca

Los expertos en rituales aseguran que la Albahaca puede ayudar en muchas áreas de nuestra vida, acá mencionaré algunos de ellos:

Para saber si tendrás un matrimonio feliz:

Las antiguas brujas ponían dos hojas de Albahaca sobre carbones encendidos, si éstas se queman en forma tranquila hasta hacer cenizas se proyecta un futuro feliz junto a tu pareja. En cambio si se queman bruscamente, lanzan chispas se proyecta un matrimonio complicado o divorcio.

Conseguir un aumento de sueldo o ingresos extras:

Consiga una planta de albahaca, ésta deberá ponerla en con sus raíces en un vaso de vidrio donde previamente habrá de poner monedas en curso, luego amarre una cinta amarilla alrededor del vaso el cual deberá poner en el refrigerador mientras dice: “Sumergida en dinero, nutrida de riqueza, así vendrás provista a mi mesa” Durante los días siguientes utilice las hojas de albahaca para cocinar.

Protección del hogar y personas:

Triturar ramitas de albahaca y esparcir por cada habitación de la casa.

Para proteger a una persona es importante que siempre lleve consigo un poco de esta planta en sus bolsillos o prepare un bolsito para su cartera. Se dice que donde hay albahaca no puede existir en mal.

Mantener el deseo y el amor en la pareja:

Decían en la antigüedad que si uno siempre añade albahaca a las comidas de su pareja asegura el incremento de la energía sexual junto con la fidelidad y el amor de ésta.


Fuente guioteca esoterismo

¿Podemos saber nuestro número del destino?




El llamado “número del destino o de también de la expresión” nos ayuda a conocer qué oportunidades nos depara la vida y cómo sacarles el mejor provecho a nuestras aptitudes.


La numerología es el estudio de los números y como éstos influyen en nuestras vidas. Es así que esto se ha ido expandiendo por la necesidad de las personas de buscar y conocer más sobre sí mismos, así como también de aprovechar talentos y mejorar ciertos aspectos negativos.

Número del destino

El llamado “número del destino o de también de la expresión” nos ayuda a conocer qué oportunidades nos depara la vida y cómo sacarles el mejor provecho a nuestras aptitudes.

Para conocer este número debemos convertir las letras de nuestro nombre en números. En este caso se debe considerar el nombre completo de la persona y no así su “apodo” o nombre adoptado con posterioridad. A menos que éste sea utilizado desde el nacimiento de la persona, ya que sólo en ese caso se considera que adoptó las vibraciones de este nombre en particular.

Al convertir las letras de nuestro nombre en números obtendremos una cifra que deberá sumarse hasta conseguir un solo dígito.

Tabla de conversión


1 2 3 4 5 6 7 8 9
A B C D E F G H I
J K L M N/Ñ O P Q R
S T U V W X Y Z 


Ejemplo:

Juan José Martínez Campos

Juan: 1 + 3 + 1 + 5 = 10 (1 + 0 = 1)

José: 1 + 6 + 1 + 5 = 13 (1 + 3 = 4)

Martínez: 4 + 1 + 9 + 2 + 9 + 5 + 5 + 8 = 43 (4 + 3 = 7)

Campos: 3 + 1 + 4 + 7 + 6 + 1 = 22 (2 + 2 = 4)

Total: 1 + 4 + 7 + 4 = 16 = 1 + 6 = 7

Interpretación del Número de Destino:

1: ellos consiguen lo que se proponen y tienen una gran ambición, por lo cual saben aprovechar bien las oportunidades que se le presentan. Tienen determinación, independencia y confianza en sí mismos. En el aspecto negativo pueden caer en la rutina y ser egoístas egocéntricos y hasta agresivos.

2: tienen gran intuición, por lo cual siempre están poniéndose en el lugar del otro, actuando como pacificadores o en trabajos espirituales. En el aspecto negativo pueden ser algo apáticos, con poca confianza, tiene períodos de gran angustia y sensible a todo tipo de críticas.

3: ellos tienen un gran optimismo en su aspecto positivo, capacidad de llevarse bien con todos y una gran creatividad. Esto les permite desarrollarse bien en profesiones relativas al arte, medios de comunicación y área comercial. En su lado negativo suelen ser muy superficiales.

4: los aspectos positivos de este número son el ser profesionales, exigentes, creativos y muy organizados, pero su lado negativo si sale a relucir se mostrarán intolerantes, prepotentes y acudirán a la intimidación para conseguir sus objetivos.

5: este número muestra su gran capacidad de hacer varias cosas a la vez y ser el centro de atención. En lo negativo esto se puede convertir en una actitud inquieta e impaciente que los puede dominar.

6: son los humanitarios, tienen una actitud de cariño con quienes los rodean y suelen ser responsables. En lo negativo pueden llevar esa responsabilidad al extremo comportándose intransigentes.

7: se dice que tienen una gran espiritualidad y que gustan de alcanzar la perfección, pero en su lado negativo pueden llevar lo anterior al extremo teniendo dificultad para expresarse y volviéndose intolerantes e introvertidos.

8: tienes capacidad de liderazgo, y son muy organizados. Son responsables y excelentes en áreas empresariales, pero en su lado negativo pasan a ser impacientes y obstinados.

9: este número suele asociarse con el amor hacia todos y todo lo que los rodea, tienen una gran creatividad y buenos comunicadores. Se pueden desempeñar bien en lo artístico y medios de comunicación. Si el lado negativo sale a relucir ellos se vuelven insensibles.

Fuentes:

Manual de numerología pitagórica y guioteca esoterismo

Numerología de William Field