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martes, 8 de julio de 2014










Desde los Afectos

 Mario Benedetti


Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo,

que uno sólo debe, buscarlo y desearlo.
Que nadie establece normas, salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
que la forma no se pierde con abrirnos,
que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no está prohibido amar,
que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos,
que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente,
que cuanto más fuerte es el trazo, más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
que negar palabras indica abrir distancias,
que encontrarse es muy hermoso y ,
que el sexo, forma parte de lo hermoso de la vida.
Que el por qué de los niños tiene un por qué,
que el querer saber de alguien, no es sólo curiosidad.

Que nunca está de más agradecer,
que la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que para no estar solo hay que dar,
que para dar debimos recibir antes,
que para que nos den también hay que saber como pedir y saber pedir no es
regalarse.
Que regalarse es, en difinitiva, no quererse,
que para que nos quieran debemos demostrar que somos,
que para que alguien sea, hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder apoyar y alentar,
que adular no es apoyar,
que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son más honestas,
que nadie es más honesto porque no roba.
Que el que roba no es ladrón por placer,
que cuando no hay placer en las cosas que se hacen
no se está viviendo.

Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y con la mente,
que con los oí­dos se escucha,
que cuesta ser sensible y no herirse
que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantamos muros,
que serí­a mejor construir puentes,
que sobre ellos se va a la otra orilla, y también se vuelve.
Que volver no implica retroceder,
que retroceder, también puede ser avanzar.
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol.
…cómo hacerte saber que nadie
establece normas, salvo LA VIDA…