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domingo, 7 de septiembre de 2014













LA PARTICULA DE DIOS, UN PELIGRO PARA EL UNIVERSO




La destrucción del universo, según Stephen Hawking

Para quienes no conozcan la “partícula de Dios”, es el apodo de una partícula subatómica llamada bosón de Higgs. En términos simples, diferentes partículas subatómicas son responsables de dar la materia a diferentes propiedades. Una de las propiedades más misteriosas e importantes es la masa. El bosón de Higgs, o “partícula de Dios”, se cree que es la partícula que da masa a la materia.





Pero para Hawking, el bosón en niveles muy altos de energía podría volverse inestable, causando un“deterioro catastrófico del vacío” que causaría que el tiempo y el espacio se colapsasen, causando el fin de toda vida conocida o por descubrir.

“El potencial del Higgs tiene la característica preocupante de que podría convertirse en metaestable a energías superiores a 100 mil millones de gigaelectronvoltios (GeV)”, escribe Hawking. “Esto podría significar que el universo podría sufrir el deterioro catastrófico del vacío, con una burbuja verdadera de expansión del vacío a la velocidad de la luz. Esto podría suceder en cualquier momento y no lo veríamos venir.”




Los sorprendentes comentarios del profesor Hawking relacionados con “la partícula de Dios” han sido escritos en su preámbulo del nuevo libro, Starmus, que será publicado el mes que viene, y que contienen conferencias a cargo de cosmólogos y astrónomos de renombre que se dieron cita en la conferencia científica del mismo nombre.


Pero estas declaraciones no han gustado en el seno de la comunidad científica, ya que otros científicos están realmente preocupados por los comentarios de Hawking, no porque estén en desacuerdo, más bien por la alarma social del contribuyente, que por cierto financia estos experimentos.

Es por este motivo que el profesor Hawking, ha querido ironizar sobre el tema sugiriendo que todavía la humanidad y el universo no están en peligro, porque el poder de las máquinas es ta por debajo de lo que se necesitaría para desestabilizar la partícula de Higgs.

“Un acelerador de partículas que alcanza 100 mil millones de GeV sería más grande que la Tierra, y es poco probable que se financiarán en el actual clima económico”, escribe irónicamente Hawking en el prefacio de Starmus.

Está claro que no hay que ser científico para darse cuenta que Hawking no está restando importancia a sus palabras, lo que está haciendo es advertir a todos los científicos que traban en el proyecto sobre el peligro que conllevaría desestabilizar las altas energías.

Por otra parte, el profesor John Ellis, físico teórico del CERN, dijo que el profesor Hawking tiene razón al sugerir que el Higgs podría volverse inestable en niveles muy altos de energía, pero también quiso destacar que ellos no tiene la intención de llevar al límite la “partícula de Dios”.

“Este no es un problema de riesgo. Ilustra algo emocionante, que es nuevo en el campo de la física que está aún por descubrir”, explica el profesor Ellis. “Una cosa debe de quedar clara. El descubrimiento del bosón de Higgs en el GCH no causó este problema, y ​​las colisiones en el GCH no podrían desencadenar la inestabilidad, debido a que sus energías son demasiado bajas.”

Un verdadero peligro para la humanidad

El 1 de agosto de 2008 el experimento más grande y más caro de la historia atrajo tanto una hipérbole científica y como de histeria. Para algunos el Gran Colisionador de Hadrones revelaría los secretos del universo, mientras que otros temían que podía desatar un poder inimaginable en los 27 kilómetros bajo tierra entre Francia y Suiza que resultaría en el fin del mundo. Por otra parte, algunos científicos fueron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para tratar de detener la puesta en marcha del colisionador.

Está claro que la población no es consciente del peligro real de todos estos experimentos, y aunque los científicos creen que lo tienen todo controlado tampoco nos debería sorprender que se haga realidad la teoría del profesor Hawking sobre lo que podría ocurrir con la “partícula de Dios”.










EL APIO PARA ADELGAZAR




De seguro ya te habrás dado cuenta que en múltiples dietas para bajar de peso se utiliza el apio como ingrediente dentro de muchas preparaciones.

Además del gran sabor que aporta a las comidas, una de las razones principales por las que se utiliza el apio dentro de un régimen para bajar de peso, es porque un tallo de él apenas contiene 10 calorías.

Por otra parte, también aporta una serie de beneficios al organismo que hacen que tomarlo valga realmente la pena. Regulación del sistema digestivo, reducción de la inflamación, relajación del sistema nervioso y control natural de los niveles de alcalinidad en el cuerpo, son tan sólo algunos de los beneficios que aporta éste vital alimento.

El día de hoy te traemos la receta de té de apio para adelgazar, y que puedes incluir a partir de ahora en tu dieta para comenzar a activar ese proceso de pérdida de grasa que tanto anhelas.

Ingredientes:

1 rama completa con varios tallos de apio
2 litros de agua

Preparación:

Lava muy bien el apio, eliminando todo resto de tierra que pueda contener corta la base y coloca los tallos en una olla con los dos litros de agua. Tapa y deja hervir hasta que el agua se reduzca a la mitad.

Cuela los tallos, y reserva si quieres utilizar en alguna sopa, potaje o para comerlos de manera individual. Ésta preparación es muy versátil, por lo que puedas consumirla fría o caliente. Un buen consejo a seguir es emplear el té como bebida durante todo el día. 
¿Qué mas tienes que saber sobre el apio?

El apio tiene funciones diuréticas, por lo que te hará eliminar toxinas a través de la orina y también grasa. Si eres de las que sufre con la retención de líquidos, el apio te ayudará a regular ésta difícil condición y a mantenerte deshinchada.

Según algunos estudios médicos, el consumo de líquidos como agua y té ayuda a acelerar el mecanismo metabólico, contribuyendo a una pérdida positiva del peso.

>Intenta también: ensalada de manzana verde y apio.

Por ello siempre se recomienda beber como mínimo 8 vasos de agua diarios, para de ésta manera mantener activo el proceso de la digestión y a la vez perder peso.

Claramente esto debes complementarlo con una dieta equilibrada y saludable, y realizar continuamente actividad física, ya que el sedentarismo es una de las principales causas de la obesidad en la actualidad.