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jueves, 25 de diciembre de 2014

LA FOTOGRAFÍA DE LA DAMA DE MARRÓN








En una era en la que todo el mundo tiene preparada una cámara digital, y que cada “anomalía” en la foto es considerada una “prueba” de actividad paranormal, volvemos a los años 30, a la época más simple de la fotografía espectral. La Dama de Marrón de Raynham Hall es uno de los casos de fotografía espectral más famosa en el mundo paranormal, debido principalmente a la extraña forma capturada por los fotógrafos de la revista Country Life en 1936. Antes de que la famosa fotografía saliera a la luz, se informó que en la mansión Raynham Hall en Norfolk en Inglaterra, se había visto el espectro de la Dama de Marrón en varias ocasiones, aunque la prueba definitiva seria por la controvertida fotografía.


Casos del mas allá en la mansión Raynham Hall

Lucia C. Stone informó de la primera actividad paranormal en 1835, tuvo lugar en la Navidad del mismo año. Lord Charles Townsend había invitado a un gran número de personas en las fiestas navideñas. Entre ellos se encontraba un hombre llamado coronel Loftus, quien con otro huésped llamado Hawkins, fue testigo de la aparición de una misteriosa figura con un vestido marrón. También observó la misma aparición en las escaleras principales. Él la describe como una mujer aristocrática que miraba con una característica horrible:

“Cuando sus ojos tendrían que haber estado allí sólo estaban las cuencas vacías, que se destacan en un rostro que brillaba con una luz sobrenatural”, según el coronel Loftus, que además otras personas también dijeron haber visto al fantasma.


El siguiente caso fue informado por el capitán Marryat (1792-1848), un autor de novelas marítimas. Él regresaba a su habitación con dos amigos, cuando vieron una figura con un farol que se acercaba a ellos. Pensando que se trataba de un ladrón, se refugiaron tras una puerta, la extraña silueta se dio la vuelta y les sonrío de manera “diabólica”. El capitán, que estaba armado, disparo a la silueta, que pasó directamente a través de la figura y se quedó incrustada en la pared opuesta, seguidamente la figura desapareció.

Otro extraño contacto con el más allá fue en 1926, cuando Lady Townsend admitió que su hijo y su amigo habían sido testigos de la presencia del fantasma en la escalera. Ellos identificaron la figura con el retrato de la dama que cuelga en una de las habitaciones da la mansión.



Lady Dorothy Walpole, el fantasma de La Dama de Marrón

Lady Dorothy Walpole nació en 1686, era la hermana de Sir Robert Walpole, que fue considerado como el primer ministro de Inglaterra. Su padre se negó a que se casara con su primer amor, el segundo vizconde de Townshend, sin embargo se casaron años más tarde después de la muerte de la primera esposa de Townshend, pero en esta etapa Dorothy había estado profundamente involucrada en un romance, absolutamente escandaloso en aquellos tiempos. Al enterarse de la anterior fama de su nueva esposa, ordenó que se la mantuviera encerrada en sus aposentos en Raynham Hall. Murió a la edad de 40 años, el 29 de marzo de 1726. Según el informe oficial su muerte fue debida a la viruela, pero muchos afirmaron que murió por una fractura en el cuello después de ser empujada por la gran escalera principal. Se cree que su espíritu todavía camina por la escalera en busca de sus 5 hijos, que el vizconde de Townshend separó de ella al enterarse de su anterior relación.






La fotografía fantasmal


Diez años más tarde, en 1936, ocurrió el evento más famoso en el mundo paranormal. Dos fotógrafos profesionales, el capitán y su ayudante Provand Indre Shira (aparentemente un seudónimo), estaban realizando unas fotografías para la revista “Country Life”. El 19 de septiembre a las 16:00h estaban fotografiando la escalera principal del hall. Habían completado una exposición y se preparaban para otra, cuando Shira vio una forma brumosa subiendo las escaleras. Le gritó al capitán que había algo en la escalera, y le preguntó al capitán si estaba listo, él contestó “sí”, la cámara apuntaba fijamente al espectro mientras que Shira apretaba el disparador de la luz del flash. Después de esto, el capitán se acercó por debajo de la tela protectora, y le preguntó el porqué de tanto alboroto. Shira explicó que había visto una especie de sombra por la escalera. Cuando la fotografía estuvo lista, mostró la famosa imagen. Hubo tres testigos que mientras preparaban el negativo, afirmaron que Shira solamente observaba el trabajo sin manipular nada. El 26 de diciembre de 1936 la experiencia fue publicada en la revista “Country Life”. Fotógrafos expertos examinaron posteriormente la fotografía declarando que no había sido manipulada.


Una fotografía que sobrevive al paso del tiempo

Aunque la fotografía ha sido investigada por algunos “expertos” cuestionando su veracidad, la realidad es que a día de hoy continúa siendo un misterio. Muy posiblemente todos estos años hemos tenido una prueba factible del mas allá, pero con el paso del tiempo se perderá en el olvido.



Fuente:mundoesotricoyparanormal



EL LADO OSCURO DE LA NAVIDAD


El folclore y la Navidad

En la actualidad se desconoce el origen de muchas de nuestras tradiciones navideñas. Sorprendentemente, muy pocos de estos rituales han cambiado a lo largo de las décadas, desde las típicas tarjetas de felicitaciones, los árboles decorados y los clásicos villancicos, teniendo su origen en el siglo XIX.

Pero una de estas tradiciones, sin embargo, se ha perdido: reunirse con la familia alrededor de la chimenea y compartir cuentos aterradores sobre fantasmas. En esto la cultura victoriana se encontraba absolutamente fascinada, tal vez incluso obsesionada, con lo sobrenatural. Las sesiones de espiritismo, la fotografía de espíritus, el movimiento espiritista, trenes espectrales, encuentros con “la gente de las sombras”, todos eran partidos durante toda la era victoriana, a pesar de que se trataba de un momento de gran avance social y de progreso científico.

Dado su gran popularidad no es ninguna sorpresa que los fantasmas consiguieran ser protagonistas en las celebraciones de la Navidad. Formaban parte de la fiesta como las nevadas o la entrega de regalos. Incluso el propio Dickens fue, obviamente, se fascino con las historias de fantasmas relacionadas con la Navidad. De hecho, “Cuento de Navidad” fue su primera obra sobre el tema. Sin embargo, todo no siempre se trataban de simples historias, otros países tienen “leyendas” que van mucho más allá de cualquier historia de fantasmas conocida.





Una experiencia con el mas allá


Una de estas leyendas la podemos encontrar en el folclore alemán, una criatura bestial conocida como Krampus, que al parecer visitaba a los niños el 5 de diciembre, secuestrándolos y llevándoselas a su guarida. En Islandia también tienen sus particulares mitos aterradores incluyendo Jolakotturinn, el gato Yule o gato de Navidad, y Grýla, una ogresa islandésa. Para muchas familias islandesas, los que terminan su trabajo a tiempo reciben ropa nueva en Navidad, pero los vagos son visitados por estas criaturas del inframundo.


Los padres islandeses advierten a sus hijos que si se portan mal el gato Yule les visitará para ser sacrificados y utilizados de alimento para criaturas del infierno. Pero el gato Yule no es la única leyenda con carácter sobrenatural para asustar a los niños. Gryla, la madre de todos los Trolls islandeses, se dice que secuestra, cocina y se come a los niños que no obedecen a sus padres. Según la leyenda, Gryla tuvo tres maridos diferentes y 72 niños, todos les causaron problemas, con acciones que van desde la travesura inofensiva hasta el asesinato. La leyenda también dice que el gato Yule vivió con Gryla, lo cual tiene sentido, ya que al parecer tienen la misma alimentación.




Pero dejando de lado las leyendas y el folclore, quizá los fantasmas más icónicos de la Navidad son los que participan en el cuento clásico de Charles Dickens titulado “Un cuento de Navidad (A Christmas Carol)”. Pero al igual que estos, las historias reales de fantasmas de la Navidad abundan en nuestros días como la trágica historia de una familia que tuvo su propio encuentro con lo paranormal en Navidad. El 25 de diciembre por la mañana, el teléfono sonó y lo cogió la hija menor preguntando quién era. Se trataba de su abuelo queriendo hablar con su madre. La madre, cogió el teléfono y lo saludó, preguntándole si iba a poder viajar debido al temporal de nieve que azotaba a la pequeña ciudad. El abuelo dijo que no podía acudir a celebrar la Navidad, pero que los quería mucho. Cuando le preguntó porqué, le dijo que se tenía que ir. Más tarde se enteraron de que su abuelo había muerto la noche anterior. Pero entonces, ¿quién hizo la llamada telefónica?





La Navidad y la conexión con el mas allá


Este es implemente uno de los muchos casos de personas que han afirmado tener experiencias con lo inexplicable en el día de Navidad. Entonces ¿porque ha sido manipulada la realidad de la Navidad? La respuesta la encontramos en el siglo XX, la Navidad se convirtió en algo más que un acontecimiento estacional, se convirtió en una potencia económica, una enorme industria en sí misma. La comercialización significó la eliminación de los aspectos más oscuros de la fiesta, es decir, las historias de fantasmas de Navidad.




La Navidad es un tiempo para la vida, para estar con aquellos con quien nos interesa estar. Es un momento de celebración,paz y alegría, pero la realidad es que el universo nos ofrece la oportunidad de conocer el mundo de lo desconocido y poder ser arrastrados por sus misterios.


Fuente:mundoesotericoparanormal

EL MISTERIO DE LA ESTRELLA DE BELÉN








En las Sagradas Escrituras nos encontramos a Dios muchas veces comunicandose a los hombres por medio de señales en la naturaleza: la brisa de la tarde en el Paraíso, el arco iris después del diluvio, la zarza ardiente, la diáfana nube de San Elías,etc...Y en su propio nacimiento, Él quiso usar de una señal en el cielo, la Estrella de Belén. Este hecho es narrado únicamente por un evangelista: San Mateo.

En verdad, en aquella época se admitía que el nacimiento de personas importantes estaba relacionado con ciertos movimientos de los astros celestiales.

Así, se decía de Alejandro Magno, Julio César, Augusto, y hasta filósofos como Platón tuvieron su estrella, aparecida en el cielo cuando ellos vinieron al mundo. Mucho se ha hablado respecto de la estrella aparecida a los tres Reyes Magos, guiándolos hasta el lugar bendito en donde el Salvador había de nacer.


Y no han faltado hombres de ciencia que han intentado encontrar una explicación natural para ese suceso sobrenatural, centro de la historia humana. No tenemos la pretensión de hacer un compendio científico a este respecto, pero no deja de tener cierto interés conocer, aunque sea de modo sumario, las principales tentativas de solucionar este enigma. Una de las primeras teorías surgidas era que ese astro habría sido el planeta Venus. Cada 12 meses, poco antes de nacer el sol, él aparece diez veces más claro que la más brillante de las estrellas: la Sirius.

Pero ese ya era, entonces, un fenómeno muy conocido por los pueblos de Oriente y, por tanto, para los Reyes Magos nada tendría de extraordinario.

Otra hipótesis surgió de un astrónomo reconocido en los medios científicos del siglo XVI: Johannes Kepler. Intentó demostrar con sus largos estudios que ese astro no era sólo uno, sino la conjunción de dos planetas: Júpiter y Saturno. Cuando ellos se sobreponen, suman sus respectivos brillos.

Un fenómeno de esos fue observado por él en 1604 y pudo producir un efecto semejante al que nos cuenta la Biblia. A partir de ahí, Kepler defendió su teoría.

Existen tres problemas al hacer esta afirmación: primero, esa conjunción dura apenas algunas horas, y la estrella que apareció a los Reyes Magos fue visible durante semanas; segundo, Júpiter y Saturno nunca se funden completamente en una única estrella. A simple vista, siempre se podrían distinguir dos cuerpos; tercero, al menos que la fecha del nacimiento del Niño Jesús esté muy mal calculada, tal conjunción sólo podía tener lugar tres años después.

Hay quien dice que la estrella fue, en verdad, un meteoro especialmente brillante. Pero un meteoro sólo puede durar algunos segundos, y sería muy forzado creer que esos pocos segundos de visibilidad bastarían para guiar a los Reyes Magos en un viaje a través de kilómetros, en un desierto inhabitable, y que al llegar a Belén, apareciera otro meteoro semejante, indicando el lugar exacto donde estaba el Niño Dios.

Orígenes, Padre de la Iglesia, nacido en Alejandría, Egipto, llegó a reconocer que la estrella de Belén era un cometa. Algunos cometas llegan a ser centenares de veces mayores que la tierra, y su luz puede dominar el firmamento durante semanas.



Incluso, algunos sustentan que San Mateo había quedado tan impresionado con el cometa Halley, visto en los cielos en el año 66 d.C., o por el testimonio de los más antiguos cristianos que lo habían visto en el año 12 a.C., que lo incluyó en la historia. Otros afirman que fue el propio Halley la estrella de Belén. 



Pero debemos reconocer que las dos fechas citadas están muy apartadas del nacimiento de Jesús para ser unidas a él. Y según los datos catalogados, no hay mención de ningún otro cometa que haya sido visto a simple vista entre los años 7 a.C. y 1 d.C., período en el cual se acepta haber nacido el Mesías. Además, lo habitual es que en la antigüedad fueran anunciadores de desgracias y no de beneficios. 


La última hipótesis científica es que habría sido una “Nova”.


Existen ciertas estrellas que explotan de tal forma que su luz aumenta centenares de veces en pocas horas. Son las llamadas “Novas”, o “Supernovas”, dependiendo de la intensidad de la explosión. Se calcula que cada mil años, aproximadamente, una estrella se transforma en Supernova, siendo ese fenómeno visible durante varios meses, incluso durante el día.



Sin embargo, ya no se cree en esa hipótesis, pues tales explosiones, debido a su magnitud, aún después de siglos, dejan trazos inconfundibles en el espacio, como manchas estelares, etc. Entretanto, hasta hoy no se descubrió ningún indicio de tal fenómeno ocurrido en ese periodo histórico.

Si bien que las diversas tentativas de explicación científica no hayan dado respuestas satisfactorias al respecto del misterio de la estrella de Belén, eso en nada disminuye el mérito de los esforzados estudiosos, que con recta intención buscan desvelar los enigmas de la naturaleza.

Dejando de momento esas hipótesis de lado, volvamos nuestros ojos a otro aspecto de la cuestión: el campo teológico, donde se considera que la estrella era la realización de la profecía del Antiguo Testamento: “Una estrella avanza desde Jacob, un cetro se levanta de Israel” (Num 24, 17).

Algunos teólogos defienden que San Mateo hizo una interpretación de las tradiciones de la época, refiriéndose al astro no como una estrella en el sentido literal, sino como símbolo del nacimiento de un personaje importante.

Pero Santo Tomás, el doctor angélico, ya pensó en eso en su época y resolvió la cuestión en la Suma Teológica (III q. 36 a. 7), usando cinco argumentos de San Juan Crisóstomo:


1º. Esta estrella siguió un camino de norte a sur, que no es lo común en las estrellas.


2º. Ella aparecía no solo de noche, sino también durante el día.


3º. Algunas veces ella aparecía y otras, se ocultaba.


4º. No tenía un movimiento continuo: avanzaba cuando era preciso que los magos caminasen, y se detenía cuando ellos debían detenerse, como la columna de nubes en el desierto.


5º. A La estrella mostró el parto de la Virgen no sólo permaneciendo en lo alto, sino también descendiendo, pues no podía indicar claramente la casa si no estuviese cercana a la Tierra.


Pero si ese astro no fue propiamente una estrella ¿qué era? Según el propio Santo Tomás, todavía citando al Crisóstomo, podría ser:


1º. El Espíritu Santo así como apareció en forma de paloma sobre Nuestro Señor en Su Bautismo, también apareció a los Reyes Magos en forma de estrella.


2º. Un ángel, el mismo que apareció a los pastores, apareció a los Reyes Magos en forma de estrella.


3º. Una especie de estrella creada aparte de las otras, no en el cielo sino en la atmósfera próxima a la tierra, y que se movía según la voluntad de Dios.




Como solución al misterio de la estrella de Belén, Santo Tomás afirmaba ser más probable y correcta esta última alternativa. De cualquier forma, tenemos la seguridad de que esa estrella continúa brillando, no solo en lo alto de los árboles de Navidad, sino principalmente en el alma de cada cristiano al conmemorar la Luz nacida en Belén para iluminar los caminos de la Humanidad.



Fuente:esarautos.org