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lunes, 8 de diciembre de 2014


LA VERBENA PLANTA MÁGICA






La verbena es una planta de la familia de las verbenáceas que, por lo general, alcanza una altura de 60 cm, con los tallos cuadrangulares y ramificados. Sus hojas son lanceoladas, con diferente tipo de borde, de toscamente dentadas a profundamente hendidas. 


Sus flores son de color lila o rosa pálido que se encuentran agrupadas, formando espigas largas y delgadas. En cuanto a su fruto, éste es seco y tiene cuatro semillas en su interior.





Propiedades curativas de la verbena


La verbena se ha empleado como remedio desde la antiguedad. Existen referencias de su uso en la medicina tradicional china para combatir problemas hormonales femeninos mientras que Dioscóride, en el Siglo I, la utilizaba como remedio general para multitud de enfermedades.


En la Edad Media se usó la verbena para curar la ictericia y ayudar a las parturientas cuando la criatura no venía bien; se tomaba como remedio para aliviar el dolor de muelas y bajar la fiebre e incluso un poco de su jugo, bebido antes de ir a la cama, se usaba, para asegurar dulces sueños y evitar terrores nocturnos y pesadillas.


Entre los principios activos, la verbena contiene mucílagos, alcaloides, taninos, sustancias amargas y verbenalol; este último elemento se ha revelado muy efectivo en aliviar inflamaciones, dolores y estados de tensión.


En la actualidad, se utiliza la verbena como hierba analgésica, antiinflamatoria y sedante, pero sus beneficios no terminan ahí; también estimula el funcionamiento intestinal y posee cualidades astringentes debido al tanino que posee.


Sin embargo, no se recomienda su uso en embarazadas ni en personas con hipotiroidismo. A pesar de que se la conoce también como una hierba que favorece el incremento de leche materna, tampoco se han hecho estudios seguros sobre su consumo durante el período de lactancia.


Propiedades místicas y rituales mágicos con la verbena


Los sacerdotes de la antigua Roma usaban la verbena para limpiar los altares de Júpiter. Se barría y purificaba con sus ramas, con las que también se entretejían, entrecruzadas con hojas de laurel, olivo y mirto, las coronas de los sacerdotes que oficiaban en los sacrificios. También se hacía coronas de verbena para recibir y despedir a personas importantes.


Era tan importante la verbena en esa época que muchos pactos firmados eran golpeados con una rama de esta planta para dar solemnidad al compromiso, y los soldados la llevaban en sus alforjas para curar las heridas de guerra.


Los druidas de la Galia o los sacerdotes anglosajones la incorporaban en sus ceremonias mágicas. Debía ser recogida en verano y, preferiblemente, en la noche del solsticio de verano. De esa época surgió la creencia que comer verbena el día de San Juan libraba de la mordedura de la culebra y prevenía el reuma y todo otro mal.


A lo largo de la Edad Media fue ingrediente necesario en todo tipo de pócimas. Se colgaba sus ramas en la puerta de las iglesias para protegerlas del mal, y arrancada con sus raíces en vísperas de San Juan y colgada en una habitación de la casa garantizaba la felicidad de cuantos vivían en ella.


La verbena, en la actualidad, es un ingrediente común en las mezclas de amor y los hechizos protectores. Poner verbena en casa la protege del rayo y de las tormentas. Salpicar una infusión en su propiedad ahuyenta a los malos espíritus. También se pone verbena en los inciensos de exorcismo y en las mezclas para salpicar. Es, además, un ingrediente común en la purificación de saquitos de baño.


Se utiliza, también, en hechizos de dinero y prosperidad. Si se entierra en el jardín o se pone dentro de la casa, fluirá la riqueza y las plantas crecerán mucho.


Se dice que portar la verbena puede brindarle la juventud eterna, si se pone en la cama, se cuelga alrededor del cuello o se hace una infusión y se bebe antes de acostarse, no le perseguirá sueño alguno. El vino en el que durante la noche se haya echado cuatro hojas de verbena maceradas, asegura amenidad y armonía en las veladas. Nada mejor para hacerse amar que una tisana de esta planta mágica antes de acudir a una cita.

Si alguien conocido le ha quitado algo, lleve verbena y enfréntese a esa persona. Con seguridad volverá a recuperar todos los objetos robados.

Si se pone verbena en la cuna de un niño, éste crecerá con una feliz disposición y ganas de aprender.



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