VIAJE ASTRAL
El viaje astral es algo que se conoce desde antaño, muchos textos han mencionado el término, incluso en la misma Biblia y también miles de relatos de quienes estuvieron al borde de la muerte respaldan las diversas teorías.
La definición de viaje astral en forma simple significa la separación de los cuerpos físico y astral. El cuerpo astral se le considera un cuerpo sutil, formado por una energía translúcida y que sería una forma “exacta” del cuerpo físico.
Hay quienes indican que el cuerpo astral abandona siempre el físico por la glándula pineal. Hay que destacar que el astral carece de las limitaciones típicas del cuerpo físico y por ende éste puede traspasar objetos, muros y trasladarse de un lugar a otro.
El Viaje Astral es un término esotérico de procedencia oriental que define la experiencia desarrollada por el cuerpo astral de la persona, el cual consiste en la "envoltura estelar del alma". Esta creencia está fuertemente arraigada y ya se manifestaba en antiguos textos hindúes, egipcios, griegos, y hasta en la Biblia cristiana. Se considera que el cuerpo astral esta conformado por una sustancia energética ligera, translucida, luminosa y evanescente que es una replica exacta del cuerpo físico. Tiene por misión transportar el alma de la persona en el momento de la muerte física en un fantástico viaje astral hacia el universo.
En parapsicología, el viaje astral se entiende como un fenómeno clónico equivalente a la proyección psi o desdoblamiento, aunque existen ciertos investigadores del fenómeno que aseguran tener indicios demostrativos de que no se trata exactamente del mismo fenómeno sino de otro semejante, no idéntico.
La diferencia entre ambos radica en lo puramente filosófico, basado uno en la existencia de una entidad espiritual energética que se manifiesta durante el viajes astral
Los viajes astrales generalmente se producen de manera autónoma.Quienes han experimentado un desdoblamiento viven un sinnúmero de situaciones, algunas desagradables y de temor por la nueva situación y otros de una extraordinaria libertad por no tener limitaciones. Muchos testimonios de viajes astrales han sido al borde de la muerte, en aquellos minutos en que se ha demostrado el fallecimiento clínico de la persona. Ellos aseguran que están conscientes de todo lo que ocurre a su alrededor viendo incluso su cuerpo físico inerte.
Sin embargo, cabe señalar que no es preciso estar al borde de la muerte para experimentarlo, de hecho está comprobado que los niños son más propensos a vivir este tipo de experiencia de manera inconsciente mientras duermen, así como también hay otros que siguen diversas técnicas para lograr el desdoblamiento, las que no siempre logran funcionar.
Muchos son los síntomas del viaje astral, entre ellos los más comentados son la sensación de elevación, algo así como flotar en el aire, llegando a un punto en que puedes verte a ti mismo recostado tranquilamente en tu cama, en aquel momento es que muchos tratan de gritar, hablar o moverse sin tener éxito. Lo anterior es porque estás fuera de tu cuerpo físico y no puedes controlarlo. Sin embargo, una vez que te adaptas a esta condición puedes moverte de un lado a otro, traspasar puertas, muros y hasta visitar a alguien
¿Existe un riesgo?
Como todo, el viaje astral no está exento de peligros, hay quienes aseguran que no es así, no obstante me parece prudente detallarlos:
La muerte física: hay quienes comentan que uno de los mayores riesgos de los viajes astrales es la desconexión de los cuerpos físico y astral, esto se produciría al “cortarse” el cordón de plata que une ambos cuerpos. Ya que el cordón de plata es quien une y permite el retorno desde los viajes astrales (aunque hay quienes dicen no ser necesaria su utilización). Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta la veracidad de esto, ya que si alguien muere por este motivo difícilmente podríamos saberlo, empero se ha pensado que un porcentaje de quienes han fallecido durante el sueño ha sido producto de un viaje astral.
Taquicardias: quienes padecen de problemas al corazón pueden tener riesgo de un ataque cardíaco durante el viaje, esto ya que quienes han tenido esta experiencia mencionan como sus latidos aumentan considerablemente al entrar y salir de su cuerpo físico, por ende no se recomienda que quienes padezcan de alguna enfermedad coronaria intenten realizar los viajes.
Se conocen algunos efectos adicionales como por ejemplo un desequilibrio emocional luego del viaje lo cual afectaría en su mayoría a quienes padecen alguna enfermedad psíquica. Por lo anterior es recomendable siempre tener precaución en estos temas.
CUERPO ASTRAL
El cuerpo
astral vuela las primeras veces hacia el cielo y es capaz de llevarnos a otros
planetas, pero prefiere dirigirse a los canales astrales. Estos canales son
como túneles oscuros, o de diferentes colores, que absorben el cuerpo astral y
le elevan hasta diversos planos astrales.
La
mayoría de los canales son rectos y permiten una rápida ascensión, pero también
los hay retorcidos y laberínticos, que pueden llevarnos hacia arriba o hacia
abajo a otras dimensiones.
Los
canales ascendentes se relacionan por regla general con imágenes simbólicas y
celestiales, unas luminosas y atrayentes, y otras apagadas y tristes. Uno de
esos canales es muy amplio y en él podemos ver a mucha "gente"
caminando y ascendiendo dificultosamente. La escena recuerda el purgatorio
dibujado por Doré, pero nuestro cuerpo astral raras veces camina
junto a los demás, es más, parece tener cierta reticencia a acercarse y pasa
volando por encima de todos.
Uno de
los canales preferidos del cuerpo astral, quizá por que se parece mucho a la
imagen clásica que tenemos del cielo, es el canal azul. Este canal nos eleva y
nos lleva a una zona luminosa y nubosa. La entrada del canal es algo oscura,
pero en la cima emana una atrayente y tranquilizadora luz. Muchas persona que
han tenido una experiencia de muerte clínica se lanzan hacia el inmediatamente.
Como
decía, a la salida del túnel nos encontramos con una especie de cielo azul,
luminoso y nubloso, muy agradable y confortable. En este cielo podemos pasar un
tiempo, aunque el tiempo en dicho lugar no tiene sentido muy grato, tan grato
que a menudo las personas quieren quedarse en el para siempre. Es decir, que la
estancia en ese lugar nos hace desear la desconexión con el mundo físico.
Al
principio nos encontramos solos, pero pasado un tiempo podemos empezar a tener
compañía y disfrutar de situaciones celestiales, con ángeles, coros, etc. Poco
después, sentimos la necesidad de avanzar en dicho plano y nos dirigimos astral
e irremediablemente hacia la fuente de luz, una fuente que no parece tener
origen pero que nos atrae hacia una especie de puerta que deseamos cruzar con
toda el alma, a pesar de que a veces nos asalten ciertos temores al hacerlo.
Pero
antes de poder avanzar hacia ella, no encontramos con un personaje al
que algunos llaman guardián azul. Ese guardián parece un ser luminoso y
azul, formado con esa misma luz y nubosidad del plano.
A primera vista parece de nuestro tamaño, pero a medida que nos vallamos
acercando a la puerta se convierte en un gigante para nosotros que nos impide
el paso.
Su
presencia es tan acogedora como sobrecogedora y nos hace sentir la necesidad de
seguir adelante y traspasar el portal. Pero si no ha llegado nuestra hora, es
decir, si no estamos del todo muertos, e insistimos en cruzar, nos dice algo
así como: "Aun no ha terminado tu misión en la tierra", y nos manda
de regreso inmediatamente a nuestro cuerpo físico. A veces no hace falta que
queramos cruzar el portal para que nos mande de vuelta a casa, es mas, muchos
cuerpos astrales ni lo ven siquiera cuando les habla y les devuelve al cuerpo.
Otras
personas se han asustado cuando, en lugar de devolverles al cuerpo, le dice que
pueden quedarse todo el tiempo que quieran allá arriba. De cualquier manera,
solo deja pasar el portal a los verdaderamente muertos, aunque algunos magos y
santones aseguran haber cruzado el portal gracias a su elevada calidad
espiritual.
CORDÓN DE PLATA
Otro de los tópicos, cuando se habla de viajes astrales, es el famoso cordón
de plata. Este cordón de plata, mas que un elemento místico, es como un
cinturón de seguridad. Su función es mantener unido el cuerpo astral con el
cuerpo físico y a la vez mantener el equilibrio del ritmo cardíaco mientras se
realiza la experiencia.
Este cordón lo generamos nosotros mentalmente y sin querer para protegernos del miedo a separarnos totalmente del cuerpo físico. Aunque no es imprescindible para el viaje, siempre volvemos a nuestro cuerpo.
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