A juzgar por la gran cantidad de medicamentos contra la alta presión que se prescriben hoy en día, especialmente a las personas mayores, parece que la hipertensión arterial ha alcanzado proporciones epidémicas. Lo malo es que estos medicamentos no curan la hipertensión ni previenen los infartos, ni los derrames o problemas vasculares cerebrales.
Debido a los graves efectos secundarios que producen este tipo de fármacos, entre los que se incluye la muerte, se concluye que tampoco ayudan a prolongar la vida, pero si la acortan.
En lugar de entregarse al consumo de los antihipertensivos, puede optarse por hacer algunos cambios en el estilo de vida y practicar algunos remedios caseros que son más eficaces para estabilizar la presión arterial en niveles normales y fortalecer el sistema cardiovascular.
La presión sanguínea se mide por la presión que ejerce la sangre sobre las arterias mientras circula por ellas. Se lee con dos cifras, la presión sistólica (el primer número) y la presión diastólica (el numero de abajo). La presión arterial se considera normal entre 110/60 y 138/80. Cuando hay cifras más elevadas, se considera hipertensión. La hipertensión en fase I se considera en lecturas entre 140 y 159/90 a 99. La hipertensión grado II se considera en lecturas mayores a 160/100.
Es importante recalcar que la hipertensión arterial no es una enfermedad, son que es solo un síntoma. En la mayoría de los casos, la elevación de la presión, obedece al mecanismo mediante el cual el cuerpo surte de mayor oxigenación al cuerpo para mantenerlo con vida.
Los hábitos culturales son determinantes en la variación de la presión sanguínea entre las diferentes poblaciones del mundo. El acelerado ritmo de la vida moderna y los hábitos de consumo de comidas procesadas, chatarra, y cocina rápida, demasiada sal y azúcar, son muy culpables del aumento de personas con alta presión arterial.
Los factores que contribuyen a aumentar la presión son:
El sobrepeso u obesidad
La mala alimentación
La falta de ejercicio y
Enfermedades del riñón, del hígado y diabetes. Nota: en caso de enfermedad renal o hepática, u programa de desintoxicación de dos semanas, usualmente devuelve la presión a niveles normales.
El estrés también es una de las causas principales de la alta presión y es importante notar que el consumo de medicamentos de cualquier tipo es una causa muy común que desarrolla hipertensión.
Los síntomas de la alta presión son:
Palpitaciones del corazón
Mareos
Fatiga
Dolor de cabeza
Sangrado nasal
Diarrea
Estreñimiento
Nausea
Disfunción eréctil
Trastornos menstruales
Si se elimina el estrés, se hace ejercicio regular y se lleva una dieta sana en la que se evite el consumo de productos artificiales, comida rápida, exceso de sal, azúcares, aceites malos, refrescos, etc., la presión volverá a niveles normales.
Los alimentos que ayudan a bajar la presión arterial son el ajo, (de preferencia crudo), la canela, plátanos, y el consumo de alimentos frescos. También es importante mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua.
Entre las hierbas y suplementos eficaces para fortalecer el sistema cardiovascular están, la pimienta de cayena (chile rojo en polvo) que estabiliza la presión, detiene un sangrado y previene la formación de coágulos, además de que limpia las arterias. Para detener el curso de un infarto cardiaco en menos de un minuto, se toma una cucharadita de este producto disuelta en agua caliente. Una cucharadita de pimienta de Cayena tomada diariamente en agua caliente o mezclada con jugo natural, dará resultados instantáneos para estabilizar la presión sanguínea. Puede comenzar con un cuarto de cucharadita, e ir aumentando la cantidad poco a poco.
La coenzima Q10 también ayuda a estabilizar la presión, mejora la condición de las arterias y fortalece el sistema cardiovascular.
El aceite de oliva tomado diariamente a razón de una o dos cucharadas es un gran auxiliar que limpia las arterias y les devuelve la elasticidad que requieren para mantener la presión arterial normal.
El espino blanco es una hierba conocida por sus propiedades benéficas para el sistema circulatorio y el corazón. Se toman tres cápsulas diarias repartidas en tres tomas.
El ajo sigue siendo el rey de los auxiliares herbolarios para estabilizar la presión arterial. Tome un diente de ajo diariamente ya sea crudo o picado en su ensalada, en cápsulas o tintura que puede adquirir en su tienda naturista de confianza.
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