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sábado, 27 de diciembre de 2014



Si quieres dormir bien,no uses tablet o Ipad antes de ir a la cama

La fuerte luz que emiten las pantallas de las tablets hace que, si se emplean antes de dormir, puedan tener efectos negativos sobre el sueño. Esta preocupación no es nueva, pero es cierto que mucha gente prefiere utilizar el iPad como ereader, en lugar de comprar un verdadero lector de libros electrónicos. Una decisión que muchas veces está motivada por la falta de presupuesto y la necesidad de tener todas las funciones en un mismo gadget.



Pero leer en pantallas brillantes como la del iPad podría cambiar los ritmos biológicos, hacer que a la mañana siguiente estemos menos despiertos y por la noche menos cansados. Son las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela Médica de Harvard (EEUU), y que se publica hoy en la revista PNAS.



“La diferencia entre leer en un iPad y en un libro es que en el primer caso se mira directamente a la fuente de luz, mientras que en el segundo la luz se refleja en las páginas”, explica a Teknautas la investigadora del hospital Brigham de Boston (EEUU) y autora principal del estudio, Anne-Marie Chang.Por este motivo, la experta considera que los efectos que tiene el iPad sobre el sueño son los mismos que tendrían un smartphone, un ordenador y cualquier otro dispositivo cuya pantalla emita luz. “La intensidad lumínica es muy similar, así como la longitud de onda, que es de unos 450 nanómetros”, asegura.


No sucede lo mismo con muchos ereaders, como los modelos antiguos de Kindle, cuya pantalla no emite luz alguna y debe ser iluminada por una luz externa. “Son iguales que un libro impreso”, explica Chang, que asegura que estos dispositivos no tendrían efectos sobre el sueño y los ritmos biológicos.


La preocupación por el efecto que provocan las pantallas electrónicas antes de acostarse no es casual. La luz es el factor más importante de los que afectan a los ritmos biológicos, encargados de determinar los patrones de sueño, alimentación y actividad de los animales, incluidos los seres humanos. Por ello, muchos investigadores han intentado dilucidar si la exposición a una iluminación tan fuerte por la noche tiene algún efecto sobre la salud.

Más cansados por la mañana, más despiertos por la noche

El estudio de Chang sugiere que hay que controlar cuándo se utilizan estos dispositivos. La investigadora recomienda leer en libros impresos o ereaders que no emitan luz antes de dormir.

Pero, ¿qué ocurre con aquellas personas que deben utilizar pantallas luminosas, como la del ordenador, antes de dormir? En este caso, Chang recomienda descargar el programa gratuito F.lux, que adapta la luz del ordenador durante la noche. La aplicación cambia la temperatura de color de la pantalla a lo largo del día: más fría por la mañana y más cálida por la noche. Algo que también es, según sus desarrolladores, mejor para la vista.

Para demostrar su hipótesis, Chang seleccionó a 12 voluntarios para analizar el efecto que causan estos aparatos sobre el sueño. Durante cinco días consecutivos leyeron durante varias horas en un iPad antes de dormirse. Debido a ello, los participantes se encontraron menos cansados por las noches, les llevó más tiempo dormirse y su actividad matutina se redujo, pues se sentían más fatigados por la mañana.


Todos estos efectos no se produjeron tras la lectura de un libro tradicional, y Chang está convencida de que tampoco se habrían producido con un ereader que no emitiera luz.



Los participantes leyeron en su iPad durante cuatro horas, un tiempo que podría par


No solamente eso, sino que los análisis de sangre revelaron una disminución en los niveles de melatonina. Esta hormona varía a lo largo del día, ya que responde a la luz ambiental. Se encarga de, entre otras funciones, regular los ritmos circadianos. Por supuesto, tecer exagerado. Sin embargo, Chang asegura que el adolescente medio gasta más de 7 horas al día delante de estos dispositivos (y otros con pantallas brillantes como ordenadores, smartphones y videoconsolas). Por este motivo el intervalo estudiado sería comparable al real.



Este no es el primer estudio que cuestiona el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. En 2012, una investigación publicada en Nature aseguraba que el uso de pantallas brillantes como la del iPad antes de irse a la cama repercutía en el estado de ánimo y la capacidad de aprendizaje. Sin embargo, y a pesar de la repercusión que tuvo, es importante señalar que se llevó a cabo exclusivamente con ratones. El estudio de Chang, esta vez sí, sugiere que los seres humanos (y no sólo los roedores) deberían limitar las pantallas luminosas antes de acostarse.


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