Orégano mexicano podría contrarrestar el cáncer
Uno de los objetivos de este proyecto es determinar qué mecanismos moleculares de esta planta eliminan células cancerígenas.
El ITESM, campus Monterrey, y Texas A&M University son dos de las instituciones que colaboran en la investigación.
Investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Monterrey, descubrieron que la actividad antioxidante del orégano mexicano puede inducir la muerte de células cancerígenas.
A nivel mundial, Turquía es el principal productor de esta planta, mientras que México se ubica en segundo lugar. Sin embargo, el orégano que se cultiva en nuestro país es de mejor calidad.
Luego de realizar una comparación entre ambos tipos de orégano, el doctor Silverio García Lara, profesor investigador del Centro de Biotecnología del ITESM, campus Monterrey, y titular de este proyecto, descubrió que el orégano mexicano presenta mejores características organolépticas, nutraceúticas y de composición que el cultivado en Turquía.
Aunado a esto, el especialista reveló que la actividad antioxidante de la planta mexicana es mayor que la del orégano turco, una cualidad asociada con los procesos de antienvejecimiento.
Pero este hallazgo no fue el único, ya que esta misma actividad antioxidante también tiene otro efecto positivo. “Se concluyó que esta propiedad del orégano previene la aparición de cáncer, un punto de suma relevancia que puede culminar con la creación de un medicamento que permita, eventualmente, detener los procesos asociados con el desarrollo de cáncer”, señaló García Lara.
El proyecto denominado Orégano mexicano. Medición de la actividad antioxidante y nutrionina en condiciones in vitro de orégano mexicano surgió de una necesidad de mercado, propuesta por la empresa FERSA, ubicada al norte del país, la cual buscaba darle un valor agregado al orégano.
Ante tal situación, el doctor García Lara y su equipo de trabajo se interesaron en dicho proyecto y realizaron un cultivo in vitro de la planta para impulsar su propagación.
Asimismo compararon el orégano turco y el mexicano, dando como resultado la superioridad de la actividad antioxidante de la planta nacional y el hecho de que esta propiedad previene el desarrollo de neoplasia o cáncer, un efecto que no se tenía contemplado al inicio del proyecto.
Luego de este hallazgo, García Lara dijo que, con la colaboración de la Universidad de Texas A&M se pretende identificar los mecanismos moleculares del orégano mexicano que actúan sobre las células cancerosas e inducen su muerte.
De igual forma, se busca aplicar esta tecnología de cultivo in vitro en otras plantas, como el nopal, el agave, el frijol, e incluso, en el maíz, todo ello con el objetivo de contribuir en la producción de alimentos nutraceúticos que prevengan enfermedades crónico-degenerativas, como es el caso del cáncer.
La Comisión Nacional Forestal estimó que, en 2005, la venta mundial de orégano sumó más de 75 billones de euros. Por otro lado, las ventas de orégano mexicano aumentaron dos millones de dólares entre 2006 y 2008, y Francia, Reino Unido, Alemania y Canadá fueron sus principales compradores.
Esta planta aromática, cuyo valor se debe a sus características como especia, condimento y propiedades medicinales, es cultivada en los estados de Coahuila, Durango, Tamaulipas, Jalisco, Zacatecas, Querétaro e Hidalgo.
Sin embargo, el especialista del ITESM reveló que en México se tiene una capacidad de producción agronómica e industrial limitada, que impide el desarrollo de productos de alto valor nutricional y económico.
“Estamos muy comprometidos con la investigación científica que ayude al país. Por tal motivo, este proyecto ha contado con la colaboración de la Escuela de Biotecnología y Salud del ITESM, la Universidad de Texas I&M, con el financiamiento de la empresa FERSA y el Tecnológico de Monterrey, así como con el trabajo de investigadores provenientes de diversas ciencias”, expresó el doctor.
El proyecto se hizo acreedor al Premio Bimbo Latinoamericano 2012, por parte del Instituto de Nutrición Bimbo, en la categoría de mejor trabajo de investigación con mayor innovación aplicada a la nutrición.
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