Masaje Casero con Piedras

Tanto para aliviar músculos doloridos y eliminar el estrés, el tratamiento con piedras calientes que parece un lujo que sólo se puede dar de vez en cuando, es posible aplicarlo en casa y sin gastarse una fortuna pues solo se necesita un par de manos y unas cuantas piedras. 

Con un poco de voluntad, encontrará unas cuantas piedras planas de río en algún jardín o parque seleccionando aquellas más suaves, redondeadas y sin aristas de varios tamaños procurando que no sean mayores de 10 o 12 cms. de diámetro. También puede comprarlas en las tiendas especializadas en spas que utilizan las piedras volcánicas de color negro que se piensa retienen mejor el calor. En realidad son de color gris, pero al humedecerse y calentarse se vuelven negras. 

Preparación:

Para preparar su tratamiento de spa con piedras necesitará 6 ó 7 piedras, una olla de agua caliente para hervir las piedras durante cinco minutos y pinzas para extraerlas. También puede utilizar la olla de cocimiento lento que se colocará en temperatura baja con una taza de agua y las piedras que se ponen a calentar durante 30 a 40 minutos, método excelente cuando se toma primero un baño. 

Temperatura: 

Una vez calientes las piedras, que se han enfriado lo suficiente para tomarlas con las manos sin quemarse, pruebe la temperatura en la parte posterior de la rodilla o en el cuello durante un minuto. Si la temperatura es tolerable y no quema, puede comenzar. Si el calor le causa molestia, retire la piedra de inmediato y vuelva a intentarlo después de un par de minutos. 

Aceite para Masaje: 

Para comenzar, se aplica sobre el cuerpo un masaje con aceite relajante o crema para el cuerpo. A continuación, acuéstese sobre el piso en una toalla de baño o sobre su cama. 

Colocación: 

Coloque las piedras calientes en las partes donde sienta los músculos doloridos o en el centro del área adolorida que se desea aliviar. Sobre la columna, se colocan por pares: una piedra a cada lado de la columna formando una línea a lo largo. 

En las “paletas” de los hombros, ayudan a aliviar el estrés y la tensión muscular. Se puede aplicar como relajantes sobre la parte posterior del cuello, en las corvas, en el centro de la frente, en las palmas de las manos, entre los dedos de las manos. 

Este relajante masaje puede aplicarlo usted mismo o si tiene una persona que le ayude a colocarlas mejor, pues podrá relajarse durante todo el tratamiento. 

Pueden colocarse sobre las plantas de los pies, escogiendo las piedras de mayor tamaño elevando un poco los pies con una toalla doblada debajo de ellos. También puede colocar al mismo tiempo las piedras sobre la toalla doblada y colocar los pies encima para recibir doble tratamiento en los pies y mejor si coloca piedras pequeñas entre los dedos. Excelente terapia para descansar los pies fatigados después de una caminata o permanecer muchas horas de pie. 

En las pantorrillas, las piedras calientes relajan los músculos tensos. Lentamente deslice la piedra de arriba abajo haciendo un poco de presión. 

El masaje con piedras calientes puede hacerse levemente para suavizar músculos tensos y aliviar dolores, dependiendo de la zona a tratar puede hacerse masaje en forma circular o en movimientos lentos de arriba abajo, haciendo una presión leve, para lo cual el aceite permite deslizar con suavidad. 

Para mantener las piedras calientes, vuelva a colocarlas dentro de la olla de cocimiento lento a medida que las usa. 

Disfrute este tratamiento, hágalo sin prisas, dando tiempo a que el músculo se relaje y los nervios absorban el calor y el masaje. Para terminar, aplique en las mismas áreas piedras frías, que previamente tendrá sumergidas en un recipiente con hielo. Sáquelas del hielo, séquelas un poco y aplique. 

El aceite que utilice, será a su elección. Por lo general se usan mezclas de aceites como el de almendras, mezclado con unas gotas de aceite esencial de lavanda o tomillo. Pruebe otras combinaciones que le agraden más. Para músculos adoloridos puede usar el aceite de roble y combinarlo con otro aromático de su elección.