LEYENDA DE LA TLANCHANA EN METEPEC
Se dice que entre en el llano de Metepec-Lerma reinaba una deidad, mitad mujer y mitad serpiente acuática. Era la Tlanchana (sirena).
En tiempos de la antigüedad había en el oriente una laguna enorme llamada Las Nueve Aguas, que comprendía las lagunas de Metepec, la de San Pedro Tultepec y la de Lerma). Los habitantes ribereños eran conocidos como "hombres de las redes" debido a su oficio de pescadores y cazadores de aves acuáticas. Y sus pueblos se denominaban según el lugar que les ocupaban en este ámbito: Donde nace la laguna; A la orilla del agua; Cerro en el tular (Tultepec); Cerro de los Magueyes (Metepec).
Iban y venían los pescadores por la laguna. La madre ciénega era generosa y prodigaba a sus hijos protección y sustento. Cuentan que entre los matorrales de tule, sobre el gran islote, podría verse efímeramente la figura de una hermosa y escultural mujer que emergía de entre las frías aguas. Su silueta era iluminada por los destellos de luz que la Luna reflejaba en la corona y demás joyas que ataviaban su desnudez. Era una poderosa señora, con torso y cabeza de mujer, hermoso rostro y larga cabellera. El resto de su cuerpo era mutable: tomaba la forma de una gruesa serpiente acuática, si su ánimo era fiero; un pez, cuando apetecía nadar por las lagunas y colmar las redes de los pescadores a quienes atraía con su canto; piernas humanas, si deseaba salir del agua e ir a las aldeas, en busca del elegido de su corazón. Esta maga anfibia tenía poderes adivinatorios: había que consultarla antes de la pesca y de la batalla, de la siembra o del matrimonio. Su nombre, según los otomíes, era ACPAXAPO, una diosa acuática, hija de la luna, madre y creadora de todo ser vivo. Los Matlazincas, hombres de la red confiaban en ella para mantener el equilibrio entre tierra y agua, condición necesaria para que no faltara el alimento. En náhuatl se decía que era la hechicera de la laguna, madre de los peces, ATLTONAN CHANE, a quien después llamaron TLANCHANA.
De acuerdo a la historia popular, una vez llegados los españoles a las tierras mexiquenses, se prohibió hablar de la Tlanchana, pues los antiguos pobladores la describían como mujer con cola de víbora negra, lo cual provocó espanto en los conquistadores, quienes cambiaron la versión e hicieron popular el mito de que la Tlanchana no tenía cola de serpiente, sino de pez, y le dieron el nombre de sirena.
Actualmente los alfareros retratan aún a este antiguo personajes, con las modificaciones que el tiempo mismo hizo sobre la leyenda, hoy el Parque Juárez de este municipio mantiene viva la leyenda con una figura monumental de la Tlanchana hecha por los artesanos del barro de este municipio
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